Aunque solemos pensar en sus coches a la hora de hablar de Rolls-Royce, los de Goodwood son una de las empresas más importantes del sector aeronáutico. Sus motores forman parte de los aviones más empleados y grandes de la industria. De cara a los próximos años, Rolls-Royce tiene planeado el lanzamiento de diversos aviones 100% eléctricos, y estos llegarán mucho antes de lo que podamos imaginar. Tal y como afirma su presidente, Rob Watson, los primeros aviones eléctricos llegarán en 2025.
Aunque en declaraciones posteriores el señor Watson ha matizado un abanico de lanzamiento entre el 2025 y el 2027, el hecho es que la llegada comercial es cada vez más próxima. Con apenas un par de años de diferencia con su primer coche eléctrico, el Rolls-Royce Spectre del cual ya hemos podido ver algunos detalles, además de conocer sus primeros aspectos técnicos y de rendimiento.
Con un enfoque diametralmente diferente, el primer avión eléctrico de Rolls-Royce contará con un gran rendimiento. Se estima que ofrecerá una potencia aproximada de 600 kW, unos 804 caballos de potencia, será fabricado en materiales de gran ligereza y contará con una cabina para entre 8 y 18 pasajeros. La autonomía estimada será de 150 kilómetros por trayecto, y por el momento no ha trascendido nada acerca de la recarga.
Conste que este no será el primer avión eléctrico de Rolls-Royce, pero sí el primero en ofrecer rutas comerciales para pasajeros. El primer avión eléctrico de la casa es el Espíritu de la Innovación, un Fórmula 1 del aire que recientemente se ha convertido en el vehículo eléctrico más rápido del mundo con una velocidad punta de 555,9 kilómetros por hora. El conocimiento aprendido en su desarrollo será llevado al plano comercial en los primeros modelos de la compañía.
Aunque esas primeras rutas estarán limitadas por la autonomía de las baterías, Rolls-Royce tiene confianza en un rápido crecimiento en las distancias. Ellos mismos estiman que con la mejora de las pilas, así como de la electrónica, la gestión y la seguridad, en 2030 los aviones eléctricos podrán mostrar rangos operativos cercanos a los 400 kilómetros, o incluso más si finalmente se completan desarrollos que por el momento se encuentran en fase de investigación.
El propio Rob Watson ha afirmado que la aviación comercial eléctrica de largas rutas nunca será posible. Desplazar cientos de pasajeros a miles de kilómetros requiere de sistemas de energía muy superiores a los de un conjunto eléctrico. En ese plano también trabajan los de Goodwood, desarrollando sistemas de hidrógeno y biocombustibles que ya están operando de forma primaria y puntual. Todo ello necesario para reducir la huella de carbono de una industria vital.