La compañía Luminati, que se centra en el desarrollo de helicópteros y drones eléctricos, asegura que las baterías que se emplean actualmente en los aviones eléctricos eVTOL son potencialmente peligrosas. Empleando la misma tecnología que las baterías de litio de los coches eléctricos, el riesgo de que se produzca un incendio cuando se sobrecalientan es muy grande. Para evitarlo, en lugar de cambiar la tecnología ha desarrollado un diseño diferente para ellas, que utiliza canales de gas integrados directamente en el paquete de baterías y que alejan el fuego de la aeronave.
Los aviones pequeños de despegue y aterrizaje vertical VTOL, con capacidad para pocos pasajeros, se están convirtiendo en una novedad que será tendencia en el mercado aeronáutico en los próximos años. Ya sean propulsados por energía eléctrica, híbridos o de hidrógeno, muchas empresas buscan aprovecharse de un mercado muy suculento, incluidos los gigantes de la industria, que también han visto su potencial.
Los programas de investigación y desarrollo de las empresas que están dedicando recursos económicos a los VTOL se enfocan a diferentes frentes, pero hay uno en particular de suma importancia: el sistema de baterías. Mejorar la autonomía que pueden ofrecer sin agregarles un excesivo peso extra es el quebradero de cabeza de todas ellas.
Sin embargo, Luminati ha centrado su trabajo en otro aspecto al que cree que la industria no le está dando la importancia que tiene. Advierte que el diseño de las baterías existentes que se emplea en los aviones eléctricos es extremadamente peligroso y podía tener un impacto catastrófico en algunos escenarios como el de los taxis aéreos. Según su CEO, Daniel Preston, "la tecnología de las baterías que se emplean en la automoción es completamente inadecuada para la industria aeroespacial". Los paquetes que contienen celdas de iones de litio o de polímero de litio tienen una mayor probabilidad de incendiarse cuando se elevan las temperaturas, "son peores que el petróleo" ha llegado a afirmar Preston.
Detalle de la tecnología de baterías de Luminati montada en un helicóptero eléctrico.
Las baterías de iones de litio han mostrado sus limitaciones más allá de la industria del automóvil. El sector tecnológico también ha sufrido las consecuencias de su sobrecalentamiento. En 2016, Samsung se vio obligado a retirar toda una línea completa de teléfonos inteligentes al descubrir que una buena parte de sus dispositivos contaban con baterías defectuosas que podían provocar un incendio y explotar en caso de sobrecalentamiento severo.
Según Preston, el camino a seguir no es una modificación en la tecnología de las baterías, sino encontrar un método eficaz para tratar el posible incendio en el caso de que se produzca. Luminati ha ideado un nuevo diseño para la batería que utiliza canales de gas integrados directamente en el paquete de baterías y que esencialmente dirige el fuego lejos de la aeronave. En otras palabras, en caso de incendio, las llamas no se quedan dentro del paquete de baterías, sino que son empujadas hacia el exterior, donde la probabilidad de que se produzcan daños importantes es inferior, ofreciendo al piloto un tiempo precioso para para aterrizar de manera segura.
Además, este diseño es mucho más ligero ya que no requiere un habitáculo especial en el que se confine el posible incendio. A modo de comparación, con este diseño, un paquete de baterías de 4.000 celdas puede reducir su peso de 545 kilogramos a 180 kilogramos asegura el CEO de Luminati. Además, como cada diseño de batería tiene otras debilidades, también es necesario invertir en sistemas de monitorización que adviertan de los posibles peligros.