Desde las películas de ciencia ficción de hace varias décadas, el ser humano siempre ha mirado al cielo como el siguiente paso a la automoción. Tal y como supuso a principios del siglo XX pasar de coches tirados por caballos a las motorizaciones que ya todos conocemos, el escalón siguiente parece que será ponerle alas a nuestros vehículos.
La empresa china EHang llega con una nueva propuesta en materia de vehículos voladores para transporte de personas. Ya en el año 2016 supimos de la presentación en sociedad de su primer dron para pasajeros del mundo, el EHang 184. En el año 2020, el EHang 216 consiguió el beneplácito de países como España o Noruega para realizar sus primeros vuelos experimentales, digamos, en la vida real. Ahora la marca nos sorprende con un nuevo vehículo mucho más desarrollado y tecnológico, aunque con las mismas miras de futuro.
Este nuevo vehículo se denomina VT-30. Su diseño va un paso más allá de modelos anteriores como el EHang 216, el cual ya está prácticamente listo para expandir su uso después de haber realizado con éxito numerosas pruebas en Estados Unidos. Volviendo a la nueva propuesta de la empresa china, este es capaz de realizar un despegue y aterrizaje vertical tipo VTOL, gracias a sus 8 hélices (la mitad que el 216).
EHang VT-30.
Dichas hélices están ubicadas por partida doble a los lados de la cabina. Su disposición es en forma cuadrada, quedando reservada la parte inferior del aparato para las de tamaño más generoso. En la cola del mismo, justo detrás de la zona de pasajeros, se ha implantado una última hélice con la que se garantizará el empuje necesario. El equilibrio entre elevación y aceleración será clave en este nuevo concepto.
Como novedad para este tipo de vehículo, será la incorporación de un par de alas de generoso tamaño situadas a ambos lados de la aeronave, lo que generará una mayor suavidad en el propio vuelo. En anteriores prototipos estas alas se sustituían por los brazos de sujeción de las hélices.
Una de las características principales de este modelo será su autonomía de vuelo, ya que podrá desplazarse a una distancia máxima de hasta 300 kilómetros con una duración tope de su batería de 100 minutos. Es decir, podríamos recorrer de forma aérea distancias interurbanas en un periodo no demasiado largo de tiempo. Sobre su velocidad máxima aún no se han publicado datos específicos pero si nos adentramos en el territorio de las temidas matemáticas, viendo su autonomía y tiempo de duración, podremos deducir que, al menos la velocidad de crucero, girará en torno a los 140 km/h.
EHang VT-30.
Este prototipo a tamaño real ya ha sido sometido a varias pruebas, saliendo en todas con un más que merecido aprobado, incluyendo tanto el despegue o aterrizajes verticales, como el sistema de potencia o el modo de pilotaje de la aeronave, el cual podrá ser automático o semi-manual, para garantizar así una mayor seguridad a sus pasajeros.
Aún es pronto para sacar conclusiones o poner fechas para su comercialización, ya que desde EHang aún precisan de más tiempo para llevar el proyecto a buen puerto, aunque ya han sido anunciadas nuevas pruebas y puestas a punto para las distintas condiciones ambientales y meteorológicas.