En el marco de la exhibición Air Venture Oshkosh 2018, la NASA ha presentado los avances del avión eléctrico X-57 Maxwell, una aeronave ligera que surcará el cielo a partir del año 2019. El objetivo de la NASA con este avión eléctrico es el de conseguir diseñar un sistema de propulsión eléctrica un 500% más eficiente que la de un aeroplano convencional de similares características.
La NASA se ha basado en la versatilidad y la eficiencia de los motores eléctricos para crear una solución propulsora con un diseño optimizado con el fin de realizar viajes a velocidad de crucero. El avión resultante debería tener capacidad para transportar hasta 9 pasajeros y desarrollar más de 500 kW de potencia conjunta. El concepto de diseño inicial, que se presentó en 2016, tenía 14 propulsores. En cambio, el ala corta que están probando en la actualidad ha aumentado la cantidad de rotores hasta los 18 motores eléctricos.
El concepto que utiliza la NASA para conseguir optimizar la eficiencia del ala y los motores se basa en el principio del "ala soplada" o "blown wing". Esta técnica permite, mediante la colocación de numerosos motores a lo largo del filo delantero del ala, forzar el aire soplado sobre la superficie de la misma y conseguir una mayor sustentación, causando un efecto similar al de si la aeronave se moviese a más alta velocidad de la que realmente tiene.
Dicho esto, según explica la revista tecnológica IEEE Spectrum, siempre resultará más efectivo distribuir diversos propulsores que aceleren el paso del aire a lo largo del ala que construir alas más anchas, pero esta solución había sido impracticable hasta el momento. El motivo de ello reside en la eficiencia y la potencia específica de los motores de combustión más pequeños: usar un número mayor de motores de menor tamaño resultaba en una aeronave pesada y poco eficiente.
Ahora, en cambio, con la inminente llegada de motores eléctricos más eficientes y sistemas de almacenamiento energético de mayor densidad, la NASA ha optado por esta solución para diseñar un avión eléctrico que multiplica su eficiencia por cinco. ¿Entonces porqué no todos los aviones funcionan con baterías? Por la sencilla razón de que el peso de las mismas y la limitada capacidad energética que ofrecen hoy en día reducen la eficiencia y la autonomía de las aeronaves. Pero la tecnología de los motores y baterías eléctricos está mejorando rápidamente, así que la NASA y otras empresas aeronáuticas se están apresurando para tener listos los diseños con los más efectivos y eficientes con los que hacer realidad un avión eléctrico de gran autonomía.