Aunque las bicicletas eléctricas están demostrando ser una opción cada vez más popular entre los viajeros urbanos, algunos ciclistas siguen prefiriendo la versatilidad (y precio) que se logra con un kit de conversión que le da una nueva vida a su antigua bicicleta. La ventaja de esta opción está sobre todo en la facilidad para montarlos y desmontarlos y así decidir qué tipo de bicicleta usar en cada momento. Swytch Technology ofrece uno de los kits más livianos y compactos, ahora actualizado para incluir un paquete de baterías de bolsillo.
Con un kit de conversión, cualquier bicicleta convencional puede pasar a convertirse en una bicicleta eléctrica. Una solución práctica, siempre y cuando no suponga una instalación muy complicada y ofrezca un rendimiento satisfactorio. El kit de conversión de Swytch responde a esta necesidad y ahora, en su tercera generación, reduce todavía más su tamaño y peso. En 2019, la empresa británica presentaba la segunda generación de su kit que ya suponía una gran reducción de tamaño y peso respecto a la generación anterior, era más fácil de montar y usar y capaz de alcanzar los 50 kilómetros de autonomía (30 kilómetros en condiciones reales).
La empresa afirma que se trata del kit más pequeño del mercado. Se compone de una rueda delantera que incluye en el buje un motor eléctrico de 250 W, el controlador y la electrónica. A la hora de adquirirlo es muy importante especificar el diámetro de la rueda de la bicicleta en la que se va a instalar. Este es un servicio ofrecido por Swytch, que asegura que la rueda del motor se puede construir a medida para cualquier tamaño, incluidas las ruedas más pequeñas que normalmente se encuentran en las bicicletas plegables.
También incluye un sensor de pedal de dos piezas, que le indica al motor cuando se inicia el pedaleo y el cableado y el conector para la batería. Es precisamente en este componente donde radica la mayor actualización que ofrece la nueva generación. Lo que antes se incorporaba en una bolsa rígida tiene ahora unas dimensiones similares a las de un teléfono inteligente grande (212 mm x 100 mm x 25 mm), y pesa 700 gramos (la versión anterior pesaba dos kilogramos). Proporciona suficiente energía por carga para alcanzar los 15 kilómetros de autonomía. La recarga requiere tan solo una hora y se puede transportar en un bolso como si fuese un equipaje de mano. Se incluye un soporte de liberación rápida que generalmente se monta sobre el manillar.
Sin embargo, se trata de una autonomía algo escasa, que puede quedarse muy corta para aquellos que quieran utilizar su bicicleta para desplazarse por la ciudad. Swytch ha pensado en ello y ha desarrollado un segundo paquete de baterías, algo más grande que alcanza un peso de 1,1 kilogramos y que puede asistir al ciclista durante 30 kilómetros, lo que puede ser suficiente para muchos de los recorridos urbanos.
Swytch asegura que el nuevo diseño de la batería es compatible con el motor y el sensor del pedal del kit anterior. Los clientes anteriores podrán solicitar un "kit de actualización" que contiene las piezas que se ajustan al manillar (la batería y el soporte) para emparejarlas con el motor y el sensor del pedal que ya tienen.
La instalación tan solo requiere retirar la rueda y atornillar el soporte al manillar por lo que no precisa de habilidades especiales. El sistema prescinde de conectores para que sea muy sencillo retirarlo de la bicicleta: todo el sistema se suelta gracias a un adaptador patentado.
Esta nueva generación del kit de Swytch Technology estará disponible para pedidos anticipados a partir del próximo mes de mayo. Por ahora no se ha revelado el precio final de venta, aunque sí se anuncia que habrá importantes descuentos para aquellos que hagan la reserva anticipada. Como guía, el kit que está a la venta actualmente a través de su web, de ebay o de Amazon UK y que se mantendrá hasta mediados de 2022 tiene un precio de aproximadamente 1.000 euros.