Aunque el proyecto SM es todavía una bicicleta eléctrica conceptual que nace de las mentes de Facundo Mehrbald y Hyung Suk Seo, podría estar circulando por las calles de la ciudad a finales de este año. Al tratarse de un proyecto, es posible que no todos los conceptos que aporta como novedades de diseño lleguen a convertirse en realidad, pero sí algunos de sus planteamientos tecnológicos y estéticos.
Lo primero que salta a la vista en esta bicicleta eléctrica es su cuadro, que no cuenta con el clásico tubo descendente que va desde la potencia al buje del pedalier. El diseño puede ser resultado de un capricho visual, pero no presenta problemas funcionales a la hora de situar los componentes habituales de una bicicleta convencional más los que aporta el sistema de asistencia eléctrica.
Estructuralmente, la ausencia de un tubo diagonal puede no ser necesariamente una buena idea, aunque esta afirmación depende mucho del tipo de material utilizado en la construcción del cuadro. En este caso, los creadores han elegido el aluminio hidroformado que, en muchos aspectos puede ser incluso mejor que la fibra de carbono cuando se trata de soportar las cargas y los esfuerzos a los que será sometida la bicicleta. Además, el uso de un material más económico que la fibra de carbono permite reducir el precio de fabricación para el constructor y también el precio de compra para quien desee hacerse con una unidad.
Sus diseñadores aseguran que la bicicleta eléctrica SM estará en el mercado a finales de este año.
En cuanto a los componentes eléctricos, la batería se sitúa en el interior de la barra vertical, ocupando la parte baja del sillín, lo que permite un acceso fácil y rápido para su extracción a través de una escotilla de manera que pueda recargarse en cualquier enchufe doméstico lejos de la bicicleta. Hasta ahora, el diseño, aunque diferenciador, no aporta muchas novedades respecto a lo que ofrece el mercado actual de bicicletas eléctricas.
Sin embargo, el motor eléctrico marca la diferencia. Su montaje no es el convencional, ni está en el buje del pedalier ni en el eje de ninguna de sus dos ruedas. Los diseñadores han decidido colocarlo en el triángulo trasero formado por la cadena y los tirantes. Por lo general, este espacio está destinado para el desviador del cambio, los soportes de los frenos y el varillaje. Para que el motor eléctrico situado fuera de la línea que forman los pedales, el plato y los piñones, el sistema de transmisión cuenta con una doble cadena sobre el que los diseñadores no han ofrecido una explicación técnica de su funcionamiento.
Ya en la parte trasera, la ausencia de un amortiguador indica que la bicicleta no podrá moverse más allá de las zonas pavimentadas y algunas pistas de arena y grava. En la parte delantera sí se encuentra una horquilla de la que tampoco hay detalles de sus características técnicas, lo que puede considerarse normal dado el estado de concepto en el que se encuentra todavía la bicicleta.
Descripción de algunos detalles de la bicicleta eléctrica del proyecto SM.
Para frenar la bicicleta, los diseñadores han recurrido a un sistema de frenos en V, clásicos que actúan sobre unas llantas de aluminio de cuatro radios con unos neumáticos cuya banda de rodadura muestra un dibujo para uso mixto.
Por ahora el proyecto SM es solamente un concepto que no ha tomado forma real más allá de un modelo a escala, algo tosco, que ha sido creado para demostrar su funcionamiento, aunque sus diseñadores aseguran que ser hará realidad este mismo año.