Cuando se dispone de una bicicleta convencional, dar el salto a una eléctrica puede hacerse de dos maneras. Adquiriendo una nueva bicicleta lo que supone vender o almacenar definitivamente la vieja o hacerse con un kit de conversión que le dé una nueva vida a esa antigua bicicleta transformándola en una eléctrica. Ante la proliferación de sistemas de conversión económicos y fáciles de implementar, este debate está presente en la comunidad ciclista, por lo que es bueno conocer los pros y los contras de esta solución.
Un kit de conversión para bicicleta eléctrica es un conjunto de componentes que transforman una bicicleta convencional en una eléctrica. Para ello, debe poder adaptarse al cuadro y, dependiendo del modelo, requerirá más o menos destreza para su montaje. Combina un motor, una batería y un controlador y según su ubicación en el cuadro de la bicicleta se pueden clasificar básicamente en tres tipos, aunque la diversidad es mayor y pueden existir otros que no se ubiquen exactamente en una de estas categorías.
Ruedas eléctricas. En este caso el kit es una rueda completa que incluye el motor, la batería y el controlador dentro de una carcasa que rodea al buje. Es un sistema todo en uno que obliga a sustituir una de las ruedas de la bicicleta convencional, por lo que hay que asegurarse de elegir bien sus dimensiones. Su montaje es muy sencillo.
Kit motor en rueda. Este caso es una variante del anterior, ya que también es necesario sustituir una de las ruedas aunque en ella tan solo se integra el motor. La batería y el controlador se fijan en el cuadro de la bicicleta. En este caso el montaje es algo más complejo y requiere más tiempo para su instalación.
Kit completo de motor y batería. En este caso, el más completo de los tres. Los tres componentes se instalan en el cuadro, el motor sobre el eje del pedalier, la batería (habitualmente) sobre la barra baja inclinada y el controlador en el manillar. Este es el sistema que da más potencia y a la vez reparte mejor los pesos extra sobre el cuadro.
Tanto para el caso de una bicicleta eléctrica nueva como para el del kit de conversión, la potencia y la autonomía dependen del modelo elegido. Hay kits de bicicletas eléctricas con índices de potencia más altos que algunas bicicletas eléctricas de nivel de entrada. En estos casos es importante informase de las características del motor, que, además, no debe superar los 250 W de potencia para cumplir la normativa europea EPAC, además de dejar de asistir al pedaleo cuando se superan los 25 km/h. En cuanto a la autonomía, todo dependerá del tamaño de la batería que se monte. En general, es preferible hacerse con una batería que funcione a 36 voltios.
Ventajas de un kit de conversión de bicicletas eléctricas
Cuando la bicicleta convencional sobre la que se va a instalar el kit está en buen estado será más económico añadir un kit que adquirir una bicicleta eléctrica nueva. Los precios de los kits varían según la tipología, la gama, la marca de los componentes y otras variables que entran en juego como por ejemplo el montaje.
En cualquier caso, si se busca que el resultado ofrezca especificaciones similares, el kit de conversión siempre saldrá más barato que una bicicleta nueva. Estas cuestan, aproximadamente, entre 600 y 6.000 euros mientras que un kit de conversión se puede encontrar desde los 300 euros para los más sencillos, hasta los 1.000 euros para los más potentes y complejos.
Otra de las ventajas que tiene un kit de conversión es la posibilidad de revertir el cambio. Una vez que se instala en una bicicleta esta se convierte en eléctrica pero es posible que en algún momento se desee volver a recuperar la bicicleta anterior o incluso montar el kit en una distinta. Por ejemplo, pasar el kit de una bicicleta urbana que se utiliza a diario a una de montaña que se usa los fines de semana. En cualquier caso en este punto es importante atender al grado de complejidad del montaje y desmontaje, para que esta operación sea de verdad práctica.
También puede considerarse como una ventaja el impacto ambiental que supone fabricar una nueva bicicleta eléctrica frente a un kit de conversión. En el primer caso se movilizan muchos más materiales por lo que el impacto es mucho mayor.
Desventajas de un kit de conversión de bicicletas eléctricas
La desventaja fundamental de este tipo de equipos es la instalación. Una bicicleta eléctrica llega a casa ya ensamblada y lista para ser utilizada. En el caso del kit de conversión son necesarios unos pasos previos que generalmente pueden llevar desde unos minutos a varias horas. Todo depende del modelo elegido, porque, por ejemplo, las ruedas eléctricas se instalan casi inmediatamente, pero un kit completo de buje puede complicarse y llevar mucho más tiempo.
Hacer uso de la garantía de un kit eléctrico se complica cuando uno de sus componentes se avería. Al ser el proceso de instalación una operación externa al fabricante que lo vende este siempre puede alegar que no se realizó correctamente y que el fallo es debido al cliente. Con una bicicleta adquirida en un comercio la garantía está asegurada para dos años tanto en piezas como en mano de obra.
Otra de las desventajas está en la estética final de la bicicleta una vez convertida. Dependiendo de la calidad del dispositivo elegido y de las habilidades del montador el resultado final puede ser más o menos "bonito". No es difícil que un cable sobresalga, que una batería no quede recta y otras variables debidas, de nuevo, al proceso de montaje. Una circunstancia que en una bicicleta nueva no se da puesto que lo que se compra es lo que se obtiene.