Salir a rodar con el miedo en el cuerpo: es algo que a todos nos ha pasado en algún momento. Bien sea porque nos hemos planteado rutas que, sobre el papel, están en los límites de la autonomía de nuestra bicicleta o bien porque no nos dimos cuenta la noche antes de recargar la batería o, simplemente, porque nos 'comemos' la cabeza más de lo normal.
Lo que está claro es que es habitual tener dudas sobre las posibilidades de nuestra batería al enfrentarnos a desafíos mayúsculos. Como decíamos en el subtítulo de este artículo, los milagros no existen pero, con pequeñas acciones, podemos maximizar un poco la autonomía de nuestras baterías. Y, lo mejor de todo, es que no necesitamos cursillos técnicos ni tener medios inalcanzables.

¿Se puede alargar la autonomía?
Los Wh de capacidad de una batería son los que son. Pero tenemos que tener en cuenta los diferentes factores que pueden hacer que esos Wh cundan menos, algo importante antes de salir a realizar una ruta...
'Sanas' costumbres que minimizan el gasto
A la hora de rodar, podemos ir poco a poco incorporando acciones que, aunque interfieran mínimamente en el gasto, al cabo de una jornada pueden ir sumando 'puntos' para alargar algo la autonomía de nuestra batería:

- Llevar una relación adecuada: hay que estar constantemente adecuando la relación de transmisión. No pasa nada por realizar constantes cambios, tenemos que notar que ni la cadencia de pedaleo es excesivamente alta ni baja, ya que en ese caso se demanda más energía al motor. Suplir la necesidad de hacer un cambio 'tirando' más de motor es un error. Primero por el hecho de que gastamos más y, segundo, porque los componentes (de la transmisión) sufren en exceso.

- Llevar el modo de potencia adecuado: tenemos que partir siempre del modo más económico e intentar rodar en él el mayor tiempo posible. Cuando veamos que las fuerzas no nos dan para más, cambiaremos a modos susperiores, intentando volver al modo económico lo antes que podamos. También es una buena idea modificar en la App de los fabricantes las asistencias predefinidas (en caso de que sea posible): poner menos potencia en cada modo o acercar el apoorte entre dos modos hará que el pasar de uno a otro no implique mucho gasto y, a lo mejor, ese pequeño incremento nos es suficiente. Hay que ir probando hasta dar con lo que mejor se adapte a nuestra conducción.

- Planificar las rutas: si queremos pasar un largo día de bici, es bueno salir con las ideas claras. Saber exactamente el kilometraje y el desnivel nos puede dar una idea del gasto al que nos enfrentamos. Existen fabricantes de motores (como Bosch) que tienenen su web planificadores de rutas, es decir, que introduciendo unos parámetros (peso del ciclista, capacidad de la batería, tipo de conducción, etc) nos da una idea aproximada del kilometraje. Además, las App también nos permiten 'jugar' con estos datos.

- Una conducción muy 'intensa' hará que el gasto aumente: no es bueno parando constantemente; a ver, pararemos cuando sea necesario, faltaría más, pero intentaremos evitar parar cada dos por tres por cualquier motivo. Ir parando y arrancando aumenta el consumo del motor. O frenando bruscamente cuando no es necesario.
- Para que la batería no vaya perdiendo rendimiento, es recomendable dejar, como norma, al menos un remanente del 20 % de carga tras una salida. Con ello la mayoría de los fabricantes aseguran que el rendmiento se alargará en el tiempo.
La climatología adversa, una dura rival
Ahora que nos encontramos en una época en la que el mal tiempo es la tónica habitual, debemos saber varias cosas:
- El frío, como norma, disminuye el rendimiento de las baterías de ion-litio. Es importante que, cuando dejemos 'durmiendo' nuestras bicicletas, la batería, al ser posible, se mantenga almacenada en un rango de entre 10 y 20 grados. Si es extraíble, podremos guardarla en nuestra vivienda si el lugar de almacenaje es más frío.

- Por otro lado, salir a montar con agua, barro o viento hace que la resistencia sea mayor para nuestras bicicletas, por lo que estaremos demandando más potencia a nuestro motor, algo que hará que la autonomía se resienta. Una misma ruta realizada en verano o en invierno tendrá consumos diferentes.
Los componentes y accesorios, fundamentales
Lo que rodea a nuestra bicicleta también tiene repercusión en el 'gasto':
- Unos neumáticos con la presión incorrecta serán un lastre, en especial si la llevamos baja. O un diseño inadecuado: por ejemplo, si no necesitamos excesivo agarre (porque, por ejemplo, hacemos mucha pista) llevar demasiado taco en el dibujo aumentará la resistencia a la rodadura.

- Componentes desgastados: una cadena en mal estado, que tenga pérdidas de traccion hará que se vaya perdiendo potencia, gastando batería de forma innecesaria.
- Llevar el peso necesario: cargar la bicicleta con accesorios innecesarios hará que el peso aumente, teniendo que tirar más de motor. Si sabemos que vamos a rodar de día y tenemos un set de luces instalado, podemos quitarlo. Lo mismo pasa con los guardabarros. Minimizar (que no evitar) herramientas: buscar multiherramientas muy completas, bombas de inflado ligeras, etc.

Recomendaciones al comprar una bicicleta eléctrica
Si queremos economizar al máximo, es recomendable que nos hagamos con la bicicleta que necesitemos. Parece algo lógico pero, hablando de mountain bikes, todos nos dejamos llevar por las ofertas y por aquello de 'burro grande ande o no ande'. Si, por nuestro nivel técnico o por nuestras aspiraciones, no necesitamos bicicletas de doble suspensión con largos recorridos, no nos la compremos. Evitamos, por un lado, gastar algo más de lo que teníamos previsto. Y, por otro lado, tener una bicicleta más pesada y de grandes neumáticos que gastará más.

En el caso de bicicletas de otras categorías, por ejemplo las urbanas, tenemos que tener muy en cuenta el recorrido al que vayamos a enfrentarnos diariamente y hacernos con la bicicleta que cumpla dichas expectativas. Siempre podremos (o casi siempre) hacernos con un extensor de batería (Range Extender) para los momentos puntuales en los que necesitemos más autonomía. Pero es absurdo gastar más dinero por una gran batería que no agotemos en muchos días.

Y, sobre todo, buscar y buscar, que hay muchas ofertas 'escondidas'. Aunque, todo sea dicho de paso, siempre recomendamos acudir a un centro especializado donde podremos explicar con deteniminto nuestras necesidades y que nos aconsejen de la mejor manera posible: de esa forma será complicado errar en nuestra elección.