Esta bicicleta eléctrica coreana, llamada One Line, es un concepto creado por el diseñador JungSoo Lee que le da una vuelta más a una tipología de vehículo que busca diferenciarse en un mercado cada vez más exigente. Las líneas sencillas y la practicidad forman parte de la esencia de un concepto del que, por ahora, hay poca información sobre hasta dónde podría llegar a hacerse realidad, puesto que en él casi todo está todavía por determinar.
El nombre que el diseñador ha elegido para esta bicicleta eléctrica no es fruto del azar. One Line, una línea, re refiere a un cuadro que se puede dibujar sin levantar el lápiz del papel. Sobre él, se coloca una batería que hace las veces de la tija del asiento y una barra inclinada que alberga en su interior un piloto de iluminación y para rigidizar el conjunto. Este tipo de diseño de cuadro, conocido como 'step-through' (cuadro paso a paso), resulta ser muy seguro, lo que convierte a esta bicicleta eléctrica en adecuada para ciclistas de diferentes edades y niveles de habilidad. Además, la simplicidad de su construcción permite que se pueda llegar a él mediante técnicas de fabricación basadas en capas de carbono e incluso de aluminio hidroformado.
Para ofrecer una sensación de uniformidad al conjunto la horquilla delantera, sin un sistema de suspensión a la vista, imita, en vertical, la misma forma de tirante horizontal que oculta la transmisión desde los pedales a la rueda trasera. Delante del manillar se sitúa un gran cofre de transporte que siguiendo las líneas del conjunto es de forma circular.
La concepción del sistema de propulsión eléctrico y la transmisión son precisamente otro de los rangos distintivos. La cadena metálica o la correa de fibra de carbono que une el eje pedalier con la rueda trasera se oculta completamente a la vista. Aparentemente se sitúa dentro de la estructura que rodea completamente la rueda trasera y que, por otra parte, puede no hacer precisamente fácil extraerla de su posición para reparar un simple pinchazo.
La batería de la bicicleta eléctrica One Line hace las veces de soporte de la tija del sillín.
También permanecen ocultas todas las líneas de cables del sistema de frenado y del cambio. Pero es que el diseño elimina también todas las palancas del manillar, es decir no encontramos ni las manetas de los frenos ni la de los cambios. Si bien es posible prescindir de este último y que se trate de una bicicleta eléctrica de un solo piñón, en el caso de los frenos su cometido debe ser realizado acudiendo a otra tecnología diferente al habitual sistema de frenos por cable (hidráulicos o mecánicos) y discos o zapatas.
Una de las posibilidades a las que la bicicleta recurre para detenerse es el empleo del propio motor eléctrico, que podría reducir la velocidad cambiando de fase y funcionando como generador. Es necesario un motor con una gran capacidad de transmisión para lograr que sea tan eficiente y seguro como un sistema tradicional de frenos. También es posible que recurra al mismo sistema de las bicicletas de la vieja escuela, es decir, un sistema de contrapedal clásico y, por otro lado, prácticamente desaparecido.
Por último está la batería, un componente que aquí se ha empleado para formar parte de la propia estructura de la bicicleta, haciendo las funciones de la tija del sillín. No hay pistas si es extraíble o no de la bicicleta para poder recargarla en casa ni, por supuesto, de su nivel de capacidad y autonomía.