Este verano Polestar presentó la que era su primera incursión en el sector de las bicicletas. La Allebike Alpha Polestar Edition es una bicicleta de montaña muscular, basada en un modelo de este conocido fabricante sueco, sobre el que Polestar puso sus toques de calidad en y diseño. En esta ocasión, la marca promete nuevos desafíos embarcándose en un proyecto que va mucho más allá y que es mucho más ambicioso: una nueva bicicleta, esta vez eléctrica, que marcará una nueva línea de negocio y para la que también contará con la colaboración del Allebike.
Ha sido el director ejecutivo de la compañía, Thomas Ingenlath, el que ha anunciado recientemente la ampliación de su colaboración con Allebike con el objetivo de hacer realidad esta nueva bicicleta eléctrica. La asociación parece dispuesta a incluir ahora un motor y una batería en el próximo modelo de manera que esta vez será una creación propia y no una versión de una ya existente con componentes de mayor calidad y los sellos distintivos de Polestar.
Con esta declaración de intenciones Ingenlath parece establecer una distinción entre Polestar y otros fabricantes de automóviles que también han optado por abrirse camino en el prometedor sector de la bicicleta eléctrica. Un movimiento, que ya no sorprende por ser muy frecuente, con el que las marcas aprovechan el valor de su logotipo y su nombre para incluirlo en bicicletas y motocicletas ya existentes, con el objetivo de que sea el argumento emocional el que lleve a los compradores a adquirirlas.
Entre los fabricantes que han optado por esta táctica están General Motors con la bicicleta eléctrica Hummer, Jeep, Ducati o la propia BMW. Sin embargo, también hay que poner el valor el trabajo de otras marcas que sí han dedicado esfuerzos internos para desarrollar sus propios modelos. Es el caso de Harley-Davidson con su Serial 1, su división de bicicletas eléctricas, Porsche que ha adquirido Fazua para desarrollar sus modelos o Peugeot o Skoda, que tienen una larga tradición en el sector.
Polestar parece enorgullecerse de evitar el camino fácil hacia su propia bicicleta eléctrica, a pesar de anunciar que se unirá nuevamente a Allebike para producir este nuevo modelo. No es esta la primera vez que el fabricante une fuerzas con otras compañías en el segmento de las dos ruedas. Varias han sido las colaboraciones con la también sueca Cake, la última para crear una edición especial del ciclomotor eléctrico Makka que podía transportarse en un soporte especial detrás del Polestar 2.
Según explicó Ingenlath en una entrevista en The Verge, este proyecto marca una nueva dirección para Polestar más allá del transporte sobre cuatro ruedas. "Estoy absolutamente a favor de la pluralidad de la movilidad. Por supuesto que necesitamos coches. Me encanta tener un coche. Pero me encantaría no usarlo todos los días. Me gustaría usarlo cuando me guste usarlo".
