Stromer es un fabricante americano de bicicletas eléctricas que supo establecerse en este tipo de productos mucho antes de que sufrieran el boom que están experimentando. Ahora anuncian un rediseño de profundo calado para uno de los modelos más exitosos de su gama, la Stromer ST2, una commuter de diseño limpio y buenas prestaciones eléctricas.
Las bicicletas eléctricas de Stromer se han hecho muy populares en su país de origen gracias al fuerte componente tecnológico que rezuman, pues se ha convertido en su principal seña de identidad. Meses atrás dimos a conocer la primera bicicicleta eléctrica que gozaba de un sistema de ABS incorporado en el mismo cuadro, la ST5.
Con respecto a la ST5, la ST2 protagonista de este artículo se postula como una alternativa más urbana y para un uso más utilitario. Se trata de una bicicleta eléctrica que por componentes y diseño se encuadra dentro del segmento de las commuter: bicicletas eléctricas urbanas pero concebidas para un uso diario como medio de transporte, diseñadas para trasladarse a velocidades relativamente altas a casa, al trabajo o a la universidad.
Stromer ST2 con cuadro de tipo "Sport".
El diseño de la ST2 es un gran medida el responsable del aire tecnológico despide la ST2. La horquilla rígida delantera y el grueso tubo inferior del cuadro muestran líneas limpias, mientas que las vainas traseras quedan visualmente unidas con el tubo superior. Así, además de ofrecer una sensación de continuidad y limpieza a la vista, también facilitan el trámite que supone montar y bajarse de la bicicleta, pues el tubo superior queda ligeramente achatado. Existe la posibilidad de optar por un cuadro de diseño "Comfort" que lo rebaja aún más.
De manera opcional el fabricante americano ofrece la posibilidad de equipar un sillín con un resorte incorporado, además de una horquillla delantera son suspensión.
Aunque Stromer anuncie que la ST2 tiene una potencia de 750 W, lo cierto es que aquellos que encarguen una unidad desde Europa deberán limitarla a los pertinentes 250 W de potencia, o bien homologarla como ciclomotor. El motor eléctrico queda alimentado por una mayúscula batería de 983 Wh, una de las pocas que hemos tratado que se acerca al kWh de capacidad. Con ello la ST2 anuncia un total de 180 kilómetros de asistencia eléctrica al pedaleo con una carga completa, para la que se tomará cinco horas y media de tiempo a través de un enchufe doméstico.
La Stromer ST2 tiene una pantalla integrada en el tubo superior, donde queda reflejado todo el funcionamiento de la bicicleta eléctrica.
No obstante, a pesar de las cifras de su esquema eléctrico, uno de los aspectos más destacados de la ST2 es su transmisión, que queda en manos de una correa de carbono suministrada por el especialista Gates. Ésta da movimiento a un cambio de 5 relaciones Sturmey Archer. La frenada se antoja solvente, pues queda en manos de discos de 203 milímetros mordidos por pinzas de dos pistones en cada eje.
Con el despligue de tecnología y componentes anterior, era de esperar que el precio de la Stromer ST2 se situara a la altura de los mismos, y efectivamente, así es. En Europa su precio parte de 6.188 euros, y puede llegar a 6.862 euros si optamos por equipar sillín y horquilla delantera con suspensión.
