Hace solo un par de años, los fabricantes de bicicletas eléctricas no podían dar abasto con la demanda y todo lo que producían tenía un propietario asignado, que incluso debía esperar un tiempo para recibir su compra. Pero un panorama tan favorable no garantiza la viabilidad económica. Mientras algunas empresas han logrado mantener su economía a flote y en muy buen estado de salud, otras han tenido dificultades financieras graves.
Para el fabricante neerlandés de bicicletas eléctricas VanMoof, esas dificultades se convirtieron en una situación agobiante hace solo unos meses. La consultora holandesa Financieele Dagblad informa que su estado fue desesperado porque se quedó sin dinero en efectivo para pagar sus facturas a finales del año pasado.
En ese momento, la compañía logró recaudar fondos suficientes de sus inversores principales, británicos y chinos, que le permitieron salir de una situación muy precaria. El informe económico anual de VanMoof, presentado a finales del año pasado, describía la necesidad inmediata de la empresa de recaudar capital. Sin una rápida inyección de fondos, la empresa no podría garantizar la “capacidad para continuar sus actividades más allá del primer trimestre de 2023”. Incluso revelaba que VanMoof había pedido a sus proveedores que le permitiesen aplazar sus pagos hasta después de que se recaudara capital adicional.
No es culpa de las bicicletas eléctricas
Las bicicletas eléctricas de VanMoof cubren un nicho de mercado muy específico. Diseñadas para los gustos europeos, con una imagen muy particular y una distribución del sistema de asistencia diferente a sus competidores, no han tenido problemas para ser muy bien aceptadas por el mercado.
En su catálogo actual se pueden encontrar cuatro modelos. Los dos más veteranos son la VanMoof X3 y la VanMoof S3, ambas a la venta por 2.498 €. Los dos más recientes son la VanMoof A5 y la VanMoof S5, que cuestan 2.998 €. Para el futuro queda la VanMoof V, una hiperbike que no cumple la normativa europea EPAC y que le ha servido al fabricante para defender el cambio de la legislación para permitir un mayor aprovechamiento de estos vehículos.
En cualquier caso, a excepción de la V, el diseño se basa en un cuadro formado por barras cilíndricas, minimalista y muy atractivo. Mientras que sus competidores se basan en sistemas de asistencia formados por un motor en el buje trasero o en posición central y una batería situada en la barra inclinada, VanMoof recurre a otra opción. El motor de sus bicicletas se sitúa en el buje de la rueda delantera y la batería en la barra horizontal superior.
Este cambio funcional y práctico (sobre todo a la hora de extraer la batería) sino que también es diferencial respecto a otras marcas porque le permite jugar con precios algo más bajos que, combinados con el diseño y una imagen sólida, han ayudado a VanMoof a mantener altos volúmenes de ventas.
Sin embargo, VanMoof mantiene una fuerza laboral masiva, que ha llegado a estar formada en algunos momentos por 900 empleados, operando tiendas en varios países de América del Norte, Europa y Asia. A pesar de reportar millones de euros en ingresos cada año, mantener esa gran cantidad de empleados y una amplia presencia geográfica con tiendas físicas no resulta barato.
Afortunadamente para los seguidores y clientes de la marca, la reciente inyección de efectivo parece haber ayudado a VanMoof a volver a una posición estable. Pero esto no ha acabado con las preocupaciones sobre la capacidad del fabricante para continuar sus actividades más allá del primer trimestre de 2023. El auditor de la empresa también se negó a firmar los estados financieros preliminares del fabricante, considerando que el futuro de VanMoof es demasiado incierto.
Unas noticias contradictorias para una empresa que siempre se ha diferenciado del resto y que además defiende la bicicleta eléctrica como una sustituta, en muchos casos, de los vehículos de cuatro ruedas que atascan y contaminan las ciudades. La VanMoof V es un ejemplo de estas intenciones. Su acogida ha sido tan buena, que el fabricante asegura que ya ha superado las 10.000 reservas previas. Todo ello a pesar de que sus dos motores, cada uno de ellos de 500 W de potencia, y su capacidad para alcanzar los 50 o los 60 km/h están muy por encima de lo que permiten las regulaciones europeas y norteamericanas.