El coche eléctrico posee multitud de ventajas respecto a uno con una mecánica basada en combustibles fósiles. Entre las diferentes soluciones en las que la tecnología eléctrica sale favorecida está la posibilidad de rendir mejor en áreas de especial altitud. Esto es así debido a la necesidad de grandes dosis de oxígeno en la combustión del diésel o la gasolina mientras que el motor eléctrico no requiere de este elemento para funcionar, por lo que puede ofrecer un gran desempeño. Justo por eso no resulta raro hablar de cómo un camión eléctrico ha establecido un nuevo y brutal récord de altura.
El coche eléctrico demuestra su valía circulando más alto que cualquier otro vehículo de combustión
Un equipo formado por Patrik Koller, David Koller y David Pröschel ha conseguido hacerse con un récord mundial al alcanzar una cota de casi 7 mil metros de altura. Se trata de un registro que ha sido posible gracias a la incorporación de un conjunto de paneles fotovoltaicos, los cuales se situaban en el techo y otros que se desplegaban en el suelo. Gracias a esta tecnología, cada cinco horas de carga se podía disfrutar de una autonomía próxima a los 150 kilómetros.
El camión eléctrico utilizado durante el ascenso fue un Aebi Schmidt modificado para sustituir su mecánica convencional por una puramente eléctrica. La tecnología eléctrica procedía de Terren, la cual estaba compuesta por una doble mecánica eléctrica capaz de generar 240 kW y una batería eléctrica con capacidad para 90 kWh. En cada uno de los ciclos de carga se podía rodar hasta un máximo de 200 kilómetros.
Este vehículo fue adaptado particularmente para rendir en superficies repletas de obstáculos. Por este motivo, cuenta con un equipo de suspensiones de última generación, así como con un conjunto de ruedas de tacos para practicar una conducción offroad. Del mismo modo, se llevaron a cabo tareas para eliminar el máximo excedente de peso con el objetivo de facilitar los ascensos y reducir el consumo energético.
El equipo Peak Expedition, con el profesional Gebrüder Weiss a la cabeza, comenzó la misión el pasado mes de octubre. El objetivo era asaltar la cumbre del volcán presente en la región de Atacama, Chile. Situado a una altura total de 6.893 metros, lograr el objetivo permitiría a este vehículo modificado convertirse en el primero en ascender hasta dicha altitud. En el pasado mes de noviembre se logró superar la brecha de los 6.500 metros, superándose así cualquier registro jamás alcanzado por un coche eléctrico.
Se espera que a lo largo de los próximos meses se lleven a cabo nuevas mejoras con el objetivo de llevar la tecnología eléctrica a un nuevo reto. Sin la presencia de un enchufe en decenas de kilómetros a la redonda, este camión eléctrico ha demostrado ser autosuficiente para poder convertirse en el vehículo terrestre que más alto ha podido circular en la historia.