Todos los grandes fabricantes de camiones tienen ya modelos eléctricos en su gama, la mayoría para trabajos de distribución local y/o regional. El siguiente objetivo es electrificar el transporte de larga distancia, una tarea que no será sencilla y para la cual MAN, uno de los mayores fabricantes europeos de camiones, ha identificado sus principales escollos.
MAN Truck & Bus Iberia, la filial española de la compañía, ha realizado 38 encuentros con 1.300 transportistas de mercancías que representan un parque circulante total de 25.000 camiones. En estas sesiones, según las opiniones de los transportitas, MAN ha identificado los principales retos del paso a la electromovilidad en España y los ha enmarcado en seis ámbitos: infraestructuras, finanzas, cuestiones técnicas, postventa, conductores y sociedad.
Al contrario de lo que algunos podrían pensar, la autonomía no es el escollo principal (aunque está sobre la mesa). MAN empezará a entregar este mismo año las primeras unidades de su TGX eléctrico, que tiene entre 600 y 800 kilómetros de autonomía diaria, según la configuración. En apenas dos años, la autonomía aumentará hasta los 1.000 kilómetros diarios, lo cual no es un problema para una jornada promedio.
Infraestructura de carga
Sí es un problema importante la infraestructura de recarga, o mejor dicho: su escasez. La falta de infraestructura de recarga es uno de los grandes impedimentos en el desarrollo de la electromovilidad. Un camión eléctrico requiere puntos de recarga con un mínimo de 150 kW de potencia. En España sólo hay 990 puntos con estas características y la mayoría no son aptos para camiones por razones de espacio.
Aun así, lo ideal es tener puntos más potentes, de 350 kW, 800 kW y 1.200 kW, estos últimos pensando en el estándar de carga MCS que se implantará en breve y que será capaz de recargar con potencias superiores al megavatio.
En este sentido, y alineado con la patronal de fabricantes ANFAC, MAN señala que debería haber 1.512 puntos de recarga de acceso público en España para vehículo pesado con estas características en 2030 y 1.614 para el año 2035.
Inversión inicial
Otra cuestión es cómo ayudar al cliente frente a la elevada inversión inicial requerida. Cambiar de un camión diésel a uno totalmente eléctrico supone una elevada inversión inicial para los transportistas, que, además, se suma a un exceso de trámites burocráticos para acceder a las ayudas públicas.
En esta situación, según MAN, es necesario "un plan transparente, sencillo y adecuado en sintonía con un modelo de electromovilidad que reciba un impulso a través de subvenciones estatales".
¿Serán suficientemente rápidas las recargas?
Relacionado con la infraestructura de carga, un desafío a nivel técnico es si las recargas serán o no suficientemente rápidas para no alargar las paradas obligatorias por ley, que son de 45 minutos tras 4,5 horas de conducción, y para asegurar otras 4 horas de conducción.
En esos 45 minutos de pausa se puede recargar aproximadamente 250 kWh de energía con un cargador de 375 kW, lo que se traduce en 200-300 kilómetros más de autonomía, dependiendo del consumo del camión. Con un cargador MCS de 750 kW, se puede casi duplicar estas cifras, recuperando unos 500 kilómetros de autonomía en 45 minutos. Por esa razón, son necesarios cargadores de alta potencia que aseguren un transporte ágil.
Autonomía del camión
En el apartado técnico, otra duda de los transportistas es si la autonomía ofrecida será suficiente para su trabajo. De ahí la necesidad de asesoramiento en cada uno de los casos, teniendo en cuenta las rutas, los tiempos y el precio de recarga, el análisis de la orografía, el tipo de mercancía, el peso medio de carga, la climatología, etcétera.
En lo concerniente a cómo las temperaturas extremas afectan a los vehículos eléctricos, las pruebas realizadas por MAN Truck & Bus, tanto los test invernales, en Cabo Norte (Noruega), como los estivales, en Granada, muestran la idoneidad del camión y sus baterías para cualquier clima.
Postventa
Toda la red de servicio va a actualizar tanto sus instalaciones como a sus profesionales de acuerdo con los requerimientos teóricos y prácticos de la movilidad eléctrica. Para ello, MAN asegura estar ya transformándose de cara a la nueva era de la electromovilidad.
Este paso al camión eléctrico requiere de un ecosistema basado en la digitalización y la conectividad, además de otros aspectos específicos de la electromovilidad. Vehículos conectados cuyo uso se optimiza a través de los servicios digitales que lo acompañarán a lo largo de toda su vida útil y un mantenimiento preventivo gracias al monitoreo del estado del vehículo de manera remota.
Factor humano
La sostenibilidad no está sólo en manos de la tecnología, sino también en el factor humano. Para obtener el mayor rendimiento de un vehículo eléctrico es fundamental la formación de los conductores profesionales. Por esa razón, MAN realiza cursos de conducción a los conductores, que serán en última instancia los responsables de los nuevos vehículos eléctricos.
En este sentido, también se considera fundamental la formación y sensibilización de otros actores que se pueden ver involucrados en algún momento, como es el caso de los bomberos.
