La marca sueca Volvo está completamente inmersa en el desarrollo de su nueva línea de camiones eléctricos, los cuales ya se encuentran prácticamente finiquitados para iniciar su producción en cadena e incluso ya hemos visto cómo los ponen a prueba sobre terrenos con temperaturas que llegan a los -25 grados. Esto es un inconveniente enorme, sobre todo para el equipo de conductores de los mismos, ya que puede repercutir en pérdidas de tracción muy arriesgadas en ciertos momentos. Para solucionarlo, Volvo ha patentado un nuevo sistema de control de tracción denominado Active Grip Control.
Los vehículos eléctricos tienen la particularidad de realizar una entrega instantánea del par, algo que en ciertos vehículos y situaciones puede no ser del todo conveniente, precisamente por la pérdida de tracción que ello puede generar. En mayor medida, estos eléctricos suelen tener bastante bien optimizado este control, pero Volvo, de cara a mejorar incluso más las condiciones, ha patentado un nuevo sistema desarrollado principalmente con sus próximos camiones eléctricos como punto de mira, aunque también se instalarán en otros modelos con mecánica más tradicional.
Son muchas las situaciones en las que los camioneros se encuentran circulando sobre trazados helados en los que la tracción puede desaparecer en cualquier momento, y más aún cargados con un enorme remolque. Precisamente para este tipo de casos, Volvo ha estado poniendo a prueba su modelo FM Electric y del que, recordemos, ya poseen un pedido cerrado de 100 unidades para la corporación de transportes DFDS.
El peso total de este camión cargado supera las 40 toneladas. Esto, sobre una superficie poco adherente, puede suponer un importante peligro. Por ello, la gente de Volvo ha implementado la tecnología más avanzada en sus vehículos. Dicha tecnología se compone de una serie de sensores que reaccionan en cuanto se prevé, o se produce, una pérdida de tracción. El propio sistema hace uso de los diferentes motores eléctricos del camión para contrarrestar los efectos adversos que puedan darse lugar a consecuencia de dicha pérdida de tracción. Con ello, el vehículo mantendrá la tracción óptima sobre el trazado, minimizando los posibles riesgos para sus ocupantes o las inmediaciones del mismo.
Este nuevo sistema de control ha demostrado una enorme eficacia en momentos de baja adherencia, circulando por nieve, hielo o agua. En esos momentos el Volvo Active Grip Control presume de mejorar hasta en un 45% los resultados obtenidos previamente a su instalación, especialmente en momentos concretos de aceleración o giros muy cerrados, demostrando así su funcionalidad reduciendo el sobreviraje. También posee la particularidad de reducir el riesgo de sufrir el temido efecto tijera.
Las mejoras implementadas gracias al nuevo sistema también juegan su papel en el frenado regenerativo sin ABS, de cara a aumentar el tiempo que el camión pasa recargando sus baterías a través de este sistema y procurando un frenado más suavizado en momentos puntuales. Este será implementado en modelos eléctricos como el Volvo FH Electric, el cual posee una autonomía de hasta 300 kilómetros gracias a su enorme capacidad de almacenamiento energético de hasta 540 kWh. Desde el pasado mes de octubre, en España ya opera una unidad del Volvo FL Electric.