La venta de bicicletas eléctricas está creciendo de forma exponencial en todo el mundo. Muchos son los usuarios que han descubierto una nueva manera de moverse por la ciudad o incluso de hacer deporte, gracias a la ayuda que supone la asistencia eléctrica de estos vehículos. Muchos informes indican esta realidad hasta tal punto que en 2016 se vendieron casi 35 millones de unidades, convirtiéndose en el vehículo eléctrico más vendido del mundo.
España no se queda atrás en este fenómeno. La Asociación de Marcas y Bicicletas de España, (AMBE), presentó un informe en 2016 en el que se reflejaba que la venta de bicicletas eléctricas se había incrementado en un 56%. También en el último de 2018, AMBE aporta un incremento de ventas del 54,52% para las bicicletas eléctricas.
Si eres uno de los afortunados que cuenta con una bicicleta eléctrica, a continuación te ofrecemos una serie de consejos para hacer de ella un vehículo más rápido y eficiente. Pero antes de nada, asegúrate de que no incumples ninguna normativa en vigor en la localidad en la que vas a utilizarla, mantén siempre las precauciones mínimas de seguridad y no hagas caso a los consejos con los que no te sientas cómodo. Algunos de ellos son recomendaciones simples, mientras que otros tocan aspectos técnicos de la bicicleta que es aconsejable no modificar si no se tienen los conocimientos necesarios.
1. Mantener la batería cargada
Cuanto más porcentaje de carga tenga la batería mayor será su voltaje. La velocidad del motor eléctrico de la bicicleta depende del voltaje, por lo tanto es aconsejable cargar con toda la frecuencia con la que sea posible. Si la bicicleta se usa para ir al trabajo es aconsejable hacerse con un cargador para iniciar el viaje de regreso con la batería al completo.
2. Utilizar una batería con el mayor voltaje posible
La velocidad del motor depende de la tensión de alimentación. Por eso es aconsejable reemplazar una batería de 36 V por otra de 48V. Antes de realizar esta operación hay que verificar que el controlador puede manejar este aumento del voltaje. Esta información viene generalmente escrita en los condensadores o puede ser consultada al fabricante. Si no se realiza esta comprobación puede inutilizarse el controlador. Además será necesario cambiar el medidor de capacidad de batería, ya que esta medición se realiza a través del voltaje.
Punto de recarga para bicicleta eléctrica.
3. Cambiar el motor eléctrico
Cuanto más alta sea la clasificación KV o RPM del motor eléctrico de una bicicleta mayor será la velocidad a la que pueda moverla. La sustitución del motor eléctrico puede permitir pasar de una velocidad de 30 km/h hasta velocidades de 45-48 km/h.
4. Cambiar las cubiertas de montaña por llantas de ciudad
La elección correcta de las cubiertas puede permitir lograr hasta 3 km/h más de velocidad. Dependiendo del uso al que se vaya a dedicar la bicicleta es conveniente adecuar las cubiertas. Las de montaña tienen un excelente agarre pero su gran ancho de contacto y sus tacos son un inconveniente en recorridos urbanos. Las cubiertas lisas con mucho más aconsejables para callejear. En caso de uso mixto existe la posibilidad de montar cubiertas híbridas que pueden ser utilizadas en todos los terrenos.
5. Aumenta la presión de inflado de las ruedas
Cuanto mayor sea la presión de las ruedas menor será la resistencia a la rodadura. Manteniendo las llantas cerca de la máxima presión de inflado mayor velocidad se consigue. A cambio se pierde comodidad ya que las irregularidades del terreno se transmitirán por toda la bicicleta.
6. Ajustar los frenos
Los frenos mal ajustados pueden rozar sobre la llanta de la rueda agregando una fricción que obligará a un mayor esfuerzo y reducirá la velocidad.
7. Incorporar un parabrisas
Un parabrisas situado en una bicicleta eléctrica puede tener un gran impacto en la velocidad, añadiéndole hasta 5 km/h. El efecto aerodinámico de un parabrisas evita que el cuerpo del ciclista actúe como una gran vela, ya que curva el aire a su alrededor de manera muy eficiente.
Bicicleta eléctrica plegable y urbana.
8. Agacharse
Esta acción tiene el mismo efecto que el parabrisas, ya que se reduce la sección transversal que atraviesa el viento. De esta forma se aumenta la aerodinámica, incrementando la velocidad. Claramente esta acción tiene dos grandes desventajas: la incomodidad y la mayor inseguridad, por lo que es más aconsejable utilizar un parabrisas.
9. Mantener la batería refrigerada
Una batería recalentada disminuye su voltaje, con la consiguiente repercusión sobre la velocidad. Por ello es aconsejable asegurarse que la batería recibe suficiente aire. La mayoría de las bicicletas eléctricas cuentan con una refrigeración adecuada, pero las que tienen la batería escondida en una bolsa pueden acumular calor, lo que repercute sobre su velocidad.
10. Hackea tu bicicleta eléctrica
Si tienes una bicicleta eléctrica legal en la Unión Europea, su velocidad estará limitada a 25 km/h. Algunas bicicletas eléctricas incorporan esta limitación en el software de control. Una forma de hacer esto es engañar al software diciéndole que el tamaño de la rueda es menor al real. Como la medición de la velocidad se realiza contando las vueltas que da la rueda, el software deducirá que la velocidad es menor y permitirá ir más rápido. Pero todo esto, como ya te hemos comentado al principio del artículo, es mejor realizarlo con los parámetros de seguridad y la normativa imperantes, sin menoscabo de que en caso de accidente, pueda venir el tío paco del seguro con las rebajas pertinentes.