El coche eléctrico representa una de las opciones más prometedoras para la movilidad del futuro. Aunque todavía está evolucionando, esta tecnología ya ofrece numerosas ventajas en comparación con los combustibles fósiles. Mientras que actualmente no se puede alcanzar una autonomía de casi 1.000 kilómetros en solo cinco minutos de carga, las baterías están mejorando constantemente en eficiencia y capacidad. Además, los avances en la tecnología de baterías están minimizando la degradación, haciendo cada vez más viable una carga más rápida.
¿Y si fuera posible recorrer hasta 160 kilómetros con tan solo cinco minutos de enchufe? Esto es justo lo que será probado en el Polestar 5 próximamente. Se trata de un nuevo sistema de carga que puede cambiar para siempre la forma de entender nuestros desplazamientos con el coche eléctrico. Nos encontramos, sin duda alguna, ante una alternativa que es necesario explorar debido a los múltiples beneficios que se conseguirían.
Más de 150 kilómetros con solo unos minutos de carga en un enchufe
Polestar será la primera empresa de la automoción que se atreverá a probar la innovación desarrollada por la empresa StoreDot. Se trata de una propuesta que llama la atención por la obtención de una gran relevancia a nivel de confort del coche eléctrico. A modo de aspecto diferencial, esta batería destaca por contar con ánodos de silicio. Esto permite que los diversos componentes en las celdas sean más delgados que las convencionales. Gracias a la disposición de esta solución, se consigue, además, una mayor disipación del calor.
La colaboración entre la empresa destinada a la producción de batería y Polestar no es nueva. De hecho, el acuerdo de colaboración fue firmado en el año 2022. Tras la apuesta conjunta de esta nueva configuración de batería, la firma propiedad del grupo Geely probará lo obtenido de la innovación en el Polestar 5, un modelo que llegará al mercado, aparentemente, en los próximos años. Esta nueva apuesta de batería garantiza una mayor densidad de las baterías, consiguiéndose así mejores resultados en términos de autonomía y potencia de carga.
De hecho, si las estimaciones se confirman, estaríamos ante un conjunto de baterías capaz de reducir el tiempo de espera para obtener unos 160 kilómetros a tan solo cinco minutos. Esto permitiría extender la usabilidad del coche eléctrico para recorridos que irían mucho más allá de la simple circulación en el ámbito urbano.
Desde hace años, la potencia de carga es uno de los principales problemas del coche eléctrico. Es cierto que los fabricantes ya han conseguido lograr potencias por encima de los 250 kW, pero hay un problema asociado. Abusar de este sistema de carga tiene una repercusión directa en el estado de las baterías. A largo plazo, si se aprovecha demasiado un sistema de carga ultrarrápida, es posible que nos enfrentemos a pérdidas de autonomía superiores al 25%.