El fabricante coreano de baterías para vehículos eléctricos Samsung SDI ha anunciado un avance importante en su programa de desarrollo de baterías de electrolito sólido. Su producción en la planta piloto que se está construyendo actualmente cerca de Seúl, prevista inicialmente para 2027, se adelanta ahora a principios de 2023, según una información oficial publicada por la propia empresa. Este adelanto en su cronograma se debe a su “viabilidad tecnológica” y a la “experiencia para su producción en masa” que se extrae del programa de I+D que experimenta con estas baterías.
El pasado mes de marzo, Samsung SDI, la división dedicada al desarrollo y producción de baterías del gigante tecnológico de Corea del Sur, comenzó a construir la línea piloto ‘S-Line’ en su centro de investigación y desarrollo situado en Suwon. Es en esta instalación donde tenía previsto producir las primeras celdas de baterías con electrolito sólido en 2027. Ahora, un mes después, la compañía anuncia que comenzará la producción de las baterías de electrolito sólido a principios de 2023.
“Al verificar nuestra viabilidad tecnológica y asegurar los procedimientos de fabricación necesarios, aceleraremos el tiempo para la producción en masa”, cita la agencia de noticias upi.com que asegura hacerse eco de una información que parte de la propia Samsung. La empresa coreana no ha proporcionado más detalles sobre este importante avance en su cronograma de trabajo ni ha establecido una fecha aproximada para el inicio de la comercialización para que puedan ser implementadas en los primeros coches eléctricos. El mismo medio que ha desvelado la noticia ha consultado con el profesor de automoción de la Universidad de Daelim, Kim Pil-soo, sobre esta noticia: "Queda por ver si Samsung SDI podrá lograr un gran avance, pero el proyecto piloto es significativo", ha declarado.
Samsung sigue así los pasos de Nissan, que también hace un mes emitió un comunicado en el que explicaba con bastante detalle sus avances en el desarrollo de las baterías de electrolito sólido. En su caso presentó una instalación en la que se fabrican los prototipos, y que servirá de base para el desarrollo de la tecnología definitiva. Si bien actualmente el fabricante japonés está experimentando con lotes de baterías limitados y fabricados a mano, los datos recopilados se utilizarán para establecer una línea de producción piloto en la planta de Yokohama de Nissan en 2024, con el objetivo final de fabricarlas internamente a gran escala en 2028.
En una batería de litio, los dos electrodos y el separador que evita que se toquen están sumergidos en un electrolito líquido o de gel que facilita el desplazamiento de los iones. El funcionamiento de estas baterías es muy dependiente de la temperatura y en muchas situaciones su composición química las hace peligrosamente susceptibles a la combustión. El electrolito líquido es precisamente la parte de la batería que las hace más peligrosas ya que al hincharse debido a los cambios de temperatura puede provocar un cortocircuito cuando los electrodos se tocan, lo que puede llegar a un causar un incendio.
Las baterías que utilizan materiales sólidos para el electrolito no son tan susceptibles a los cambios térmicos. Su estructura mejora la estabilidad y la seguridad manteniendo su forma incluso si se daña el electrolito, lo que las hace menos propensas a sufrir un cortocircuito. Pero las promesas de esta tecnología van incluso más allá. Aportan mayor densidad energética y por lo tanto mayor autonomía. También permiten una potencia de recarga superior y una mayor libertad a la hora de diseñar su forma para integrarlas en diferentes tipologías de vehículos. Por último, y no por ello menos importante, la menor complejidad de su empaquetamiento, ya que no necesita tantos sistemas que supervisen su seguridad, reduce el coste de producción.
Su desarrollo se divide en dos ramas. La primera es encontrar los materiales que forman parte de ese electrolito sólido que permita el viaje de los iones de litio a través de ellos. El segundo es lograr que su producción a gran volumen sea viable económicamente.
En marzo de 2020, Samsung SDI presentó su primer prototipo de celda en estado sólido. Según la información que dio en ese momento, las pruebas previas mostraban que con ellas se podrían lograr autonomías de 800 kilómetros manteniendo los tamaños, volúmenes y pesos de las baterías de litio actuales. Además, respecto a su vida útil, con ellas era posible alcanzar los 1.000 ciclos de carga y descarga, una cantidad que es considerado por los expertos como el necesario para que sean viables cuando se instalan en un vehículo eléctrico.