Los coches eléctricos llevan ya unos cuantos años entre nosotros y, sin embargo, aún hay una serie de cuestiones que parte del público desconoce. ¿Es más barato tener un coche de esta tecnología que uno convencional? Es una pregunta difícil de contestar, ya que la eficiencia de la tecnología basada en baterías se adquiere en el medio y largo plazo. Aun así, es importante tener en cuenta una serie de cuestiones referentes a las soluciones preferidas por marcas como Tesla.
El coche eléctrico, en términos de funcionamiento, es más barato que uno con motor térmico. Es cierto que esta mecánica es mucho más barata de mantener y, además, dispone de muchas menos piezas susceptibles de desgaste. A modo de ejemplo, las pastillas de freno se degradan mucho menos gracias a la existencia del freno regenerativo. Ahora bien, ¿tiene el coche eléctrico una serie de costes ocultos? He aquí algunas de las claves que pueden resultar interesantes a la hora de valorar ambas alternativas.
Los posibles costes ocultos que están vinculados a los coches eléctricos
Es cierto que no ocurre en todos los casos, pero sí son factores que hay que tener en cuenta a la hora de estudiar qué tecnología nos puede resultar más provechosa. Al fin y al cabo, se trata de elementos que aparecerán posteriormente a la compra de un vehículo. ¿A qué nos estamos refiriendo más concretamente? Problemas potenciales con neumáticos o la batería o podrían sumarse a la ecuación.
Una vida útil menor de los neumáticos
Mientras que los frenos convencionales tienden a degradarse menos en un coche eléctrico, con los neumáticos ocurre completamente lo contrario. Cabe recordar que el coche eléctrico dispone del máximo par posible desde parado, un elemento que hace muy divertido pisar a fondo el pedal del acelerador. Esto, a medio plazo, puede hacer que las ruedas del eje motriz pierdan el dibujo mucho más rápido.
Esto, si se suelen practicar aceleraciones fuertes de forma continuada, puede traducirse en tener que cambiar los neumáticos cada menos tiempo. Es un factor que se traduce, en función de las gomas, en varios centenares de euros, una variable no tenida en cuenta durante la compra. Tesla, por ejemplo, cuenta con una serie de modos de conducción orientados a la aceleración. El abuso de esta tecnología, pese a que transmite la cantidad exacta de potencia para evitar la derrapada, sí provoca un mayor desgaste del compuesto.
Es un elemento que sucede en la gran mayoría de coches eléctricos que hay en el mercado, ya que hasta los vehículos urbanitas suelen contar con cifras de aceleración muy interesantes frente a sus homólogos de combustión interna.
Invierte en conectores por si acaso
Imagina que vas circulando por carretera y, debido a alguna de las múltiples variables que afectan al rendimiento, se produce una caída drástica de la autonomía. Ante una emergencia, contar con diversos tipos de conectores puede ser esencial para evitar tener que llamar a la grúa. Se trata de un servicio que muy posiblemente tenga una implicación directa en la revisión futura de la póliza, lo cual afectaría a nuestro bolsillo.
La mayor parte de vehículos con tecnología eléctrica cuenta en el maletero con un espacio particularmente pensado para guardar los conectores y sus correspondientes cables. Ante una urgencia, se podría hacer uso de cualquiera de ellos en un puesto de carga público. Pese a la estandarización del coche eléctrico, lo cierto es que todavía hay diversas tecnologías funcionando en el mercado. Por este motivo, conviene hacer una inversión inicial para asegurar la carga en cualquier espacio.
Nunca dejes el vehículo conectado al surtidor tras completar la carga
Hay proveedores de energía eléctrica que penalizan a los clientes si, tras completar la carga de las baterías, mantienen sus respectivos vehículos conectados. Tesla es el mejor ejemplo de ello, ya que tan solo unos minutos después de que el usuario ha utilizado la red Supercharger, comienza a cobrar una cuantía por el tiempo extra.
Gracias a este sistema, Tesla se asegura contar con una infraestructura libre de vehículos para que nuevos usuarios no tengan que hacer colas. Es una medida muy interesante y, al mismo tiempo, peligrosa para el público. Al fin y al cabo, pasados solamente 5 minutos desde que se completó el ciclo, se comienza a cobrar una tasa cada vez mayor.
Esta medida parece que se popularizará en el sector para garantizar que el mercado es capaz de asumir el crecimiento de la oferta de automóviles con mecánicas puramente eléctricas. Es una propuesta que viene un tiempo implementándose tras comprobar cómo muchos usuarios dejaban estacionados sus automóviles con la manguera conectada.
Degradación excesiva de la batería y su correspondiente sustitución futura
Pese a las mejoras introducidas en el ámbito de las baterías, aún hay una serie de elementos que deben tenerse en cuenta. El usuario de un coche eléctrico puede notar cómo pasados unos años, la autonomía de su automóvil ha pasado a contar con el 80 u 85% de su capacidad. Esto, en una unidad con un ciclo de kilometraje inicial de unos 400 kilómetros, equivaldría a una pérdida de 80 o 60 kilómetros, respectivamente.
En la mayor parte de los casos, contar con garantía de hasta 8 años o que cubra hasta determinado kilometraje, son alternativas necesarias para disfrutar del coche eléctrico con seguridad. No obstante, pasado dicho tiempo o superado tal límite, podríamos vernos avocados a una sustitución de un conjunto completo de baterías. Esta avería es la más cara que hay, ya que implica el pago de varios miles de euros.
La inversión inicial en un cargador de pared para el garaje comunitario
Si vives en un bloque de edificios y quieres disfrutar de la carga en horas valle, deberás instalar un punto de carga próximo a tu plaza de garaje. Puedes cargarlo en la vías pública, pero deberás tener en cuenta algunos aspectos. Es importante tener en cuenta que si lo instadas dentro de la parcela correspondiente, no es necesario solicitar permiso alguno. No obstante, debe tenerse en cuenta que esto tiene un coste adicional que deberá asumirse, ya que habrá que ligar dicha instalación a tu propio contador de luz.
En la actualidad, hay toda una serie de empresas especializadas en la instalación de estos puntos de recarga. De hecho, la mayor parte de fabricantes ofrece la posibilidad de agregar como opción dicha instalación. Este elemento puede resultar muy interesante para conseguir un gran ahorro en el medio plazo.
Realizar una comparativa entre diversos instaladores puede ser el factor clave para contar con un servicio con una gran relación calidad-precio. Al fin y al cabo, los fabricantes ofrecen experiencia y testeo con sus propios productos, pero la mano de obra puede ser notablemente más cara que la de competidores externos.
Futura normalización del coche eléctrico en el ámbito urbano
Han pasado ya varios años desde que el coche eléctrico cuenta con una gran representación en el mercado. Dada la situación actual, ¿crees que beneficios asociados a la etiqueta 0 seguirán vigentes durante mucho más tiempo? Países como Francia están dejando de incentivar la estandarización de coches eléctricos mediante la supresión de alicientes. La mejor prueba de ello es la posibilidad de aparcar en la O.R.A de forma completamente gratuita.
Actualmente, sirve como reclamo para poder incrementar la cuota de mercado de los coches eléctricos. Sin embargo, este factor podría quedar a un lado tras ver cómo cada vez hay un mayor número de vehículos bajo esta tecnología. Es cierto que hay otros beneficios que parecen ser más sólidos a medio y largo plazo, tales como la posibilidad de circular por áreas de bajas emisiones sin restricción alguna.
Sea como fuere, esto debe ser un factor que debe tenerse en cuenta, sobre todo, si se pretende circular por la ciudad y aprovechar el aparcamiento gratuito que está asociada a esta tecnología.
