Tras pasar tiempos complicados, Jaguar y Land Rover continúan dando los pasos necesarios para su regreso al panorama automovilístico internacional. Los ingleses, aunque no lo parezca, trabajan a marchas forzadas para ofrecer una imagen completamente nueva a partir de 2025. Confían en que el salto a la movilidad eléctrica les permita recuperar la posición perdida. En esta estrategia de vida o muerte es necesario rodearse de los mejores socios. Las baterías centran gran parte de la atención y ahora, por fin, ya saben quien se las suministrará.
Jaguar fue una de las primeras marcas prémium en ofrecer un coche 100% eléctrico. El I-Pace supuso la introducción en un segmento que, por entonces, todavía estaba dando sus primeros pasos. El trabajo fue bueno, pero puede que llegara demasiado pronto. Hoy, cinco años después de su lanzamiento, el I-Pace continúa en el mercado con importantes novedades, pero todo el mundo parece haberse olvidado de él y de los de Coventry. Esa ausencia acabará pronto ya que, a partir del año que viene, empezaremos a conocer una gran lista de novedades.
Land Rover se ha mantenido más activa. La compañía de SUV y todoterrenos ha seguido evolucionando sus productos. El año pasado asistimos al lanzamiento de las nuevas generaciones de los Range Rover y Range Rover Sport. Su electrificación es más complicada, pero también hay objetivos claros al respecto. Hace tiempo se supo que los ingleses trabajaban en el desarrollo de un Defender 100% eléctrico con aproximadamente 480 kilómetros de autonomía. Más recientemente, hemos confirmado que el Range Rover Velar evolucionará en su siguiente generación para ser un coche exclusivamente impulsado por baterías.
El problema es que la demanda y la competitividad en el segmento de las baterías para coches eléctricos es altísima. Buscar un socio que te proporcione la tecnología necesaria y la producción correcta es esencial. Firmas como BYD, CATL, Samsung o LG firman importantes acuerdos cada día para ser proveedores de marcas a lo largo y ancho del planeta. Con años de retraso, Jaguar-Land Rover tiene que buscar un proveedor que le garantice el correcto flujo de baterías, así como módulos de última generación con gran autonomía. Ya parecen haber encontrado uno.
Cabe recordar que JLR, ahora con una nueva imagen corporativa, pertenece al gigante indio Tata. La empresa más grande del sudeste asiático tiene el control sobre ambas firmas y será ella, mejor dicho una de sus filiales, la que aporte las baterías a la nueva etapa inglesa. Lo hará a través de la compañía Agratas Energy Storage Solutions que hace poco ha sido fundada en La India. Según Autocar, podrá ofrecer baterías de hasta 720 kilómetros de autonomía, con paquetes de hasta 120 kWh de capacidad y una potencia de carga tan elevada que le permitirá recuperar 320 kilómetros de autonomía en tan sólo 5 minutos.
La siguiente cuestión importante es ¿dónde se fabricarán? Actualmente, La India todavía es un país en vías de desarrollo y no tiene la infraestructura necesaria para producir en masa grandes módulos de batería para automoción. Tata ha puesto sus ojos en el Viejo Continente para derivar la producción de las baterías y, como ya te contamos, España se encuentra entre los principales candidatos para albergar la fábrica de Agratas. Las fuentes de información fijan la planta en las inmediaciones de Zaragoza, una de las zonas más concurridas del sector en nuestro país. Pronto conoceremos la decisión final.