Durante estas navidades, Tesla ha anunciado que cerrará las líneas de producción del Model S y del Model X que se extenderá por un periodo prolongado de tiempo, en concreto 18 días. Sin que la compañía haya anunciado por ahora los motivos de esta interrupción, los medios especializados indican que podría tratarse de una actualización en el diseño de estos dos modelos, puesto que se trata de una parada mayor que la que tendrán las líneas de producción del Model 3 y del Model Y.
Desde su lanzamiento al mercado en 2012, el Tesla Model S se convirtió en un hito en su segmento. Cuando llegó al mercado, ofrecía tres versiones diferentes con una autonomía máxima de 480 kilómetros, acompañado por una creciente red de Supercargadores que se convirtieron rápidamente en su mejor argumento de venta. Durante estos años aparecieron nuevas capacidades de baterías y otro tipo de mejoras importantes que, desde la 2015, cuando el Model X llegó al mercado, también afectan a la gama de este SUV eléctrico. Sin embargo, estéticamente solo han recibido unos ligeros cambios que han afectado a su frontal y a la parte trasera. Desde 2016, la berlina eléctrica se mantiene idéntica en cuanto al diseño interior y exterior, aunque se sabe que Tesla está trabajando en una actualización.
En 2019 se especulaba con una actualización interior del Tesla Model S al más puro estilo Model 3.
Aunque no haya habido cambios estéticos, las actualizaciones de software que Tesla envía frecuentemente a todos sus coches sí suponen una mejora significativa en cuanto a rendimiento y nuevas funciones. Estas modificaciones los mantienen al día y sus propietarios sienten que su coche no ha envejecido nada más comenzar a utilizarlo. A pesar de estos cambios, el Model S ha sufrido un significativo descenso en sus ventas, y la situación podría complicarse con la llegada de la competencia de otras berlinas eléctricas que ya están llegando al mercado. Por todas estas razones, y porque por los ciclos clásicos de renovación de los coches, que suelen ser de cuatro años, ya le tocaría, muchos opinan que ya es el momento de que el Model S, y por lo tanto también el Model X, reciban una actualización importante de su diseño.
En 2018, ya se especulaba sobre esta nueva generación que ofrecería una mayor calidad interior, acompañada de una instrumentación minimalista, semejante a la del Model 3, y más adaptada a la conducción autónoma. Sin embargo, aquello no se hizo realidad porque Tesla dedicó todos sus esfuerzos al lanzamiento del Tesla Model 3. Ahora, con este ya lanzado a plena producción y superada la rampa del Model Y, el fabricante se encuentra en un momento óptimo para darle una segunda vida al Model S.
Los rumores sobre esta esperada actualización han aumentado significativamente cuando se confirmó la llegada a la gama del Model S Plaid, que requerirá varios cambios importantes en el modelo, al ser una versión más prestacional que la Performance, que incluirá un tercer motor eléctrico y una batería de mayor capacidad. Además, el mes pasado Tesla incrementó el cronograma de entrega del Model S y del Model X europeos, acompañada de un alza significativa de los precios, que afectaría a las unidades que se están fabricando ahora mismo y que serán entregadas en marzo.
Render del exterior de la segunda generación del Tesla Model S. Imagen: Automobile-Propre.com.
La noticia de la parada de las líneas de producción de ambos modelos en la factoría de Fremont durante un tiempo prolongado, entre el 24 de diciembre y el 11 de enero, acrecienta los rumores de que está a punto de llegar esta actualización. Si bien es habitual que Tesla cierre sus línea en periodos vacacionales como las navidades, estos 18 días suponen un periodo más largo de lo habitual y, sobre todo, no es el mismo que se aplicará a las líneas del Model 3 y del Model Y. Si bien no les ha explicado los motivos, a través de un correo electrónico, Tesla ha anunciado a sus empleados que les añade una semana extra de vacaciones remuneradas sugiriéndoles que pasen este tiempo con sus familias, pero también ofrece la posibilidad de que echen una mano a otras líneas de producción.