El coche eléctrico, pese a que hay modelos con más de una década en el mercado, sigue siendo una tecnología claramente minoritaria en el parque automovilístico. Es cierto que se está observando un gran incremento en lo que se refiere a cuota de mercado, pero los registros siguen siendo muy pobres en comparación con los automóviles con mecánicas convencionales e híbridas. Entre las cuestiones que merece la pena conocer en épocas de mucho calor es ver qué ocurre con las baterías y, por supuesto, con la correspondiente potencia de carga de los cargadores.
¿Es peligroso para la salud de la batería cargar a temperaturas próximas a los 40 grados centígrados? Esta es una cuestión que cabe plantearse cuando las olas de calor son frecuentas. ¿Qué ocurre con el rendimiento de las baterías si las exponemos a esta situación? Se sabe que el rendimiento de un coche eléctrico en condiciones de frío es inferior al que ofrece cualquier otra mecánica. Veamos qué es lo que ocurre en la dirección opuesta.
En Híbridos y Eléctricos ya te hemos contado en anteriores ocasiones cómo cargar el coche eléctrico para garantizar una buena degradación de la batería, pero para ello es necesario tener en cuenta, además, los factores meteorológicos para no llevarse sorpresas en el medio plazo.
Calor y altas temperaturas, cómo afecta este factor ambiental a la recarga del coche eléctrico
El coche eléctrico tiene, como es lógico, sus propias particularidades. Esta tecnología, en una situación de altas temperaturas, funciona. Sin embargo, el rendimiento que se puede obtener no es el mismo que cabría pensarse habiendo unos 20 a 25 grados centígrados en el ambiente. Esto nos lleva a plantearnos una cuestión. ¿Cómo influye la recarga de las baterías si usamos un cargador situado en un área expuesta al Sol?
Pese a que el efecto no tiene la misma relevancia que lo que ocurre con la autonomía, lo cierto es que también se puede producir una caída en la potencia. De hecho, a partir de los 50 grados centígrados hay una gran caída de kW de potencia, una cuestión de especial relevancia dependiendo del lugar en el que se encuentre dicha estación. De hecho, en algún caso que otro, se puede producir una avería relacionada con el sistema eléctrico del vehículo.
Para evitarlo, una solución consiste en cargar el coche eléctrico durante la noche o en las primeras o últimas horas del día. En estos horarios, habrá una menor temperatura presente sobre el asfalto y, por tanto, toda la potencia estará disponible para la carga. Además, gracias a esta práctica, podrás acceder a tarifas de precio más reducidas.
Del mismo modo, los cargadores situados en lugares públicos deberían estar techados con el objetivo de evitar que se alcancen muy altas temperaturas. Teniendo en cuenta la serie histórica, cada verano hay unos cuantos días que se supera notablemente la barrera de los 40 grados centígrados.