La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam) ven "acertada" la opción de restringir la circulación en episodios de alta contaminación en la capital en función de la etiqueta medioambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Así lo han indicado ambas asociaciones tras conocer que el Consistorio de la capital está revisando el protocolo de medidas a adoptar ante episodios por alta contaminación de dióxido de nitrógeno (NO2) de modo que la circulación de vehículos sin distintivo ambiental de la DGT, los más contaminantes, se limite en escenarios 2 y 3. Los vehículos sin etiqueta son los de gasolina anteriores al año 2000 y los diésel anteriores a 2006.
Desde Anfac han explicado a Europa Press que esta medida en situaciones de alta contaminación "impedirá" la circulación de vehículos en función de su "potencial contaminador" y no de si su matrícula termina en número par o impar.
En este último caso, subrayan, se restringe a la mitad el número de vehículos, pero no se impide que los más contaminantes sigan haciéndolo. Con los planes del Ayuntamiento, Madrid se situará en la misma línea de grandes ciudades europeas como Londres o París, que tienen en cuenta la etiqueta medioambiental que posee cada vehículo para permitirle o no su circulación en los momentos donde la contaminación alcanza niveles elevados.
A su vez, el director jurídico de Ganvam, Jaime Barea, ha relatado a Europa Press que las restricciones en función del distintivo medioambiental de la DGT "tiene más sentido" y es el "criterio más adecuado". De hecho, cuando el Consistorio lanzó el Plan A de Calidad del Aire ya se pronunciaron a favor de regular bajo este modelo, pues con el sistema de matrícula impar y par se restringe el 50 por ciento de los vehículos y que con el distintivo medioambiental se saca de circulación a los vehículos contaminantes.
No obstante, Ganvam reclama al Ayuntamiento que tenga "sensibilidad" con aquellos conductores con rentas bajas que utilizan vehículos contaminantes para trabajar porque no tienen capacidad económica para tener otros modelos mejores y con menos emisiones.
En este sentido plantean que el Ayuntamiento, dentro de su capacidad presupuestaria, trate de impulsar un plan de incentivos para que las personas con menor renta que necesitan el coche para ir a trabajar puedan renovar su automóvil.
En este sentido, exponen que el parque automovilístico está envejeciendo y que Madrid registra más de un millón de entradas y salidas de vehículos por motivos laborales.
Por ello, Ganvam entiende que es positivo incentivar el transporte público y el parking disuasorio pero también atender la realidad de la ciudad con los desplazamientos en vehículo privado por motivos laborales.
