Que las baterías que emplean los vehículos eléctricos se han abaratado en la última década es algo conocido y reconocido por todos. Cuantificar la magnitud de este descenso es lo que pretende el nuevo informe publicado por el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE). Según sus conclusiones, los precios han bajado considerablemente. El organismo estima que, en 2022, el precio de las baterías de iones de litio fue alrededor de un 90% más bajo que en 2008.
Para hacer esta estimación, el DOE ha calculado el precio de las baterías en dólares constantes, ajustándolos según la inflación registrada cada año y el poder adquisitivo actual. Como resultado, ha presentado un gráfico en el que muestra la reducción de los precios del kWh de capacidad de batería, que pasó de ser de 1.355 $/kWh en 2008 a 153 $/kWh en 2022.
En el gráfico, también se muestra la curva que resultaría en el caso de no ajustar la moneda. De esta forma, en 2008 su precio sería de 1.000 $/kWh. Así, aunque el porcentaje de reducción de precio no es tan grande, la gráfica sigue mostrando una caída muy acusada. En este tipo de informes que muestran la tendencia de los precios es habitual utilizar moneda real (ajustada) para ceñirse a las diferentes coyunturas económicas.
El informe de BloombergNEF
Precisamente, en diciembre de 2022, un informe publicado por BloombergNEF aseguraba que, por primera vez desde que la consultora rastrea el mercado, se confirmaba la subida del kWh en términos interanuales. Desde 2010, el precio se ha ido reduciendo gracias a los avances tecnológicos y a la mayor demanda. El crecimiento de los mercados de los dispositivos móviles que las emplean y, sobre todo, el de los vehículos eléctricos, ha permitido mantener una tendencia descendente y constante.
Este incremento, cifrado en el 7%, se debe a varios factores. El más importante, el aumento del coste de los materiales principalmente del cobalto, del níquel y del litio. Si bien los precios de los dos primeros descendieron en los dos últimos meses del año, y el del litio se especula que puede estar a punto de cambiar, cada uno de ellos se mantiene por encima de los años anteriores. Este aumento se debe a la creciente demanda de baterías y al retraso de las entregas de las cadenas de suministro, tal y como explicó Evelina Stoikou, experta en el mercado energético y autora del estudio.
La entrada en el mercado de las baterías de litio ferrofosfato (LFP), que experimentó un incremento del 27% en 2022, ha permitido contener la subida del precio promedio. Esta tecnología no precisa ni de níquel ni de cobalto como las NMC, por lo que es alrededor de un 20% más asequible.
Ante estos aumentos de precio, los grandes fabricantes de baterías y automóviles han recurrido a estrategias agresivas para protegerse contra la volatilidad, como las inversiones directas en minería y proyectos de refino.
El informe también menciona que las celdas de iones de litio más baratas del mundo se encuentran en China. Allí, el coste promedio del kWh es de 127 $, un 24% y un 33% menos que en Estados Unidos y Europa respectivamente. Este hecho se ve favorecido por los grandes volúmenes de producción de vehículos eléctricos y baterías, así como por el hecho de que China tiene reservas masivas de litio.