Desde hace unos días venimos escuchando que el asteroide YR4 representa una potencial amenaza para la Tierra debido a su tamaño y trayectoria cercana a nuestro planeta. Aunque los astrónomos siguen monitoreando su órbita, existe una pequeña posibilidad de impacto en el futuro, lo que podría causar daños significativos dependiendo de su punto de colisión.
Con un diámetro estimado de varios cientos de metros, un impacto de YR4 generaría una explosión equivalente a varias megatones, afectando áreas extensas. Sin embargo, agencias espaciales como la NASA y la ESA estudian medidas de mitigación, como desvío orbital, para reducir el riesgo de colisión con la Tierra.
Un Tesla Roadster que confundió a los astrónomos: el ‘asteroide’ de Elon Musk
El espacio exterior siempre ha sido un lugar de misterio y descubrimiento, pero en los últimos años, la actividad humana ha añadido una nueva capa de complejidad a su estudio. Un ejemplo reciente y peculiar de esto ocurrió el pasado 2 de enero, cuando los astrónomos del Centro de Planetas Menores, perteneciente al Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian en Estados Unidos, anunciaron el descubrimiento de un supuesto asteroide bautizado como 2018 CN41.
Este objeto, detectado a menos de 240.000 kilómetros de la Tierra, fue clasificado como un NEO (objeto cercano a la Tierra) y considerado potencialmente peligroso. Sin embargo, la emoción inicial duró poco: pronto descubrieron que no se trataba de un asteroide, sino el Tesla Roadster lanzado al espacio en 2018 por SpaceX, la compañía de Elon Musk.
El 6 de febrero de 2018, Elon Musk lo lanzó al espacio a bordo del cohete Falcon Heavy, con el objetivo simbólico de llegar a Marte. Como parte de una estrategia publicitaria que combinaba ambas empresas, el vehículo llevaba como ‘piloto’ a Starman, un maniquí vestido de astronauta. El automóvil se separó del cohete y comenzó a orbitar alrededor del Sol, completando una vuelta cada 557 días terrestres. Durante su trayecto, se desplaza a una velocidad de entre 25.000 y 30.000 km/h. Desde entonces, ha estado orbitando silenciosamente, convirtiéndose en un objeto peculiar en el espacio.
Este objeto similar a un asteroide se desplaza sin rumbo fijo en el espacio exterior, orbitando alrededor del sol. Sin embargo, para el año 2025, parece que el automóvil podría acercarse a nosotros e, incluso, regresar a las proximidades de la Tierra, lo que ha generado cierta confusión.
Aunque por ahora se ha descartado la posibilidad de que este vehículo impacte contra nuestro planeta, es natural cuestionarse si este proyecto innecesario de enviar un Tesla al espacio podría tener un final trágico. No obstante, los expertos aseguran que, en el caso de que esto sucediera, lo más probable es que el automóvil se desintegrara al entrar en la atmósfera terrestre, por lo que no representaría un peligro real para la Tierra.