La actual generación del Toyota RAV4 lleva a la venta en España desde 2018 y desde entonces apenas ha cambiado, tan sólo una leve puesta a punto con el foco puesto en la tecnología de información y entretenimiento tuvo lugar hace escaso tiempo, por lo que una generación completamente nueva del modelo se empieza a vislumbrar en el horizonte.
A pesar de que apenas se sabe nada nuevo, en Híbridos y Eléctricos quisimos elucubrar semanas atrás en qué campos iba Toyota a centrar sus esfuerzos para volver a tener el mismo éxito que con la actual generación. Y es que, recordemos, se trata del modelo más importante para la marca a nivel mundial y es el segundo coche más vendido de todo el mundo.
Ante el lanzamiento de un nuevo Toyota RAV4 muchos serán los que estarán dispuestos a posponer la compra del modelo para, con ello, obtener las ventajas típicas de una nueva generación, pero lo cierto es que a tenor de cómo evoluciona Toyota sus coches y las características que tiene el RAV4 en estos momentos, ahora mismo es una compra maestra en España en su configuración de motor híbrido convencional.
Y es que, atendiendo a su tamaño, prestaciones, precio y la posición de sus principales rivales en el mercado, el Toyota RAV4 es ahora mismo un modelo que destaca en prácticamente todos los frentes con respecto a la competencia, o como poco es competitivo en todos los apartados, incluso siendo un modelo de cierta edad. Esperar a una renovación, además, también significa estar ante un potencial aumento de precio.
Es cierto que no estamos ante un coche barato. La versión más accesible parte de 40.500 euros y puede llegar hasta los 50.800 euros en su versión más equipada con tracción total. Pero su precio puesto en contexto con la mezcla de cualidades que propone, explica por qué se trata de uno de los coches más vendidos de España este año: en este aspecto se equipara a modelos del segmento C-SUV, como el Renault Austral E-Tech, Kia Sportage y Hyundai Tucson, todos ellos impulsados por mecánicas híbridas convencionales.
Por otro lado, con sus 4,6 metros de largo, 1,86 de ancho y 1,69 de alto, se trata de un coche que se sitúa a caballo entre los segmentos C-SUV y D-SUV, estando más cerca del segundo que del primero por su base técnica y espacio a bordo. Cabe señalar que el RAV4 se diseña de partida como un coche de corte global, con el foco puesto especialmente en el mercado estadounidense, por lo que su interior rezuma espacio y su exterior robustez.
Acabando de redondear una acertada posición, se encuentra su mecánica. Como corazón de su tren de potencia se encientra un motor de 2,5 litros de capacidad y cuatro cilindros que funciona en ciclo Atkinson. Este se coordina con una batería de 1,6 kWh de capacidad, 245 V de tensión nominal y un propulsor eléctrico embebido en la transmisión de 120 CV. Con todo esto, la potencia total del conjunto es de 218 CV, siendo capaz de ofrecer un 0 a 100 en 8,4 segundos.
Lo que más valor toma de cara a los potenciale compradores, por contra, no es su aceleración, que simplemente es correcta para su potencia y tamaño, sino sus consumos, pues homologa un consumo de entre 5,6 y 5,8 litros en las versiones de tracción delantera (las más vendidas), que es una cifra propia de un coche de tamaño más compacto.
Para terminar, y si bien no es una referencia absoluta en este aspecto, está la capacidad de carga de su maletero. Son 585 litros los que ofrece la versión híbrida convencional, lo que lo sitúa en la parte alta de los C-SUV, pero en la baja si se compara con los D-SUV. Por ejemplo, el C-SUV de mejor maletero es el Hyundai Tucson, con 616 litros, mientras que el D-SUV de Hyundai es el Santa Fe, que ofrece 628 litros. En cualquier caso, se trata un maletero de tamaño generoso.