La prueba realizada a un Tesla Model 3 RWD de Autonomía Estándar y batería de litio ferrofosfato (LFP) demuestra que esta química puede rendir al mismo nivel que la NCA (níquel, cobalto, aluminio) en cuanto a la autonomía. El youtuber Bjorn Nyland ha sometido a una prueba de 1.000 kilómetros a una unidad del Model 3 dotada de esta química de baterías para la que ha empleado un tiempo de 10 horas y cinco minutos.
La enorme demanda de baterías propiciada por el incremento de la oferta de vehículos eléctricos ha llevado a Tesla a tomar la decisión de recurrir a las baterías LFP (litio ferrofosfato) en sus variantes de Autonomía Estándar. La tecnología de baterías LFP no se ha venido empleando habitualmente en coches eléctricos porque su densidad energética es inferior a las de litio, por lo que se ha limitado a algunos vehículos de gran tamaño, ya que su coste es significativamente inferior y son incluso más seguras.
Si bien por ahora Tesla solo incluye baterías LFP en los Tesla Model 3 que se fabrican en la Gigafactoría de Shanghái muchos de ellos son exportados a Europa. Una de esas unidades es la que se ha utilizado para esta prueba de autonomía. Una de las características prácticas que distingue la química LFP es la recomendación, incluida en el manual del vehículo, de Tesla de que se cargue completamente la batería de forma regular. Esto proporciona un rango extra en comparación con la batería NCA que no se recomienda cargar al 100% a menos que sea realmente necesario.
Estadísticas del recorrido de la prueba realizada por el youtuber Bjorn Nyland.
Bjorn, que tiene una larga experiencia conduciendo varios modelos de Tesla, afirma haber quedado impresionado con el rendimiento del Tesla Model 3 RWD, especialmente porque el desafío se llevó a cabo a una temperatura de entre dos y cuatro grados Celsius. El viaje se completó en 10 horas y cinco minutos, lo que se acerca a lo que logró en una prueba similar el Model 3 SR+ (fabricado también en Shanghái) con batería NCA a temperaturas mucho más altas. Este completó la prueba en 9 horas y 55 minutos a una temperatura que oscilaba entre los 13 y los 21 grados Celsius. El mismo modelo, pero esta vez construido en Fremont, necesitó 10 horas a una temperatura superior (22-27 grados Celsius).
Sin embargo, hay otra gran diferencia entre estas pruebas que debería tenerse en cuenta a la hora de valorar cada una de ellas ya que puede ser de suma importancia para aquellos que deseen comprar una versión básica del Model 3 para realizar viajes largos. La versión LFP solo necesitó cinco paradas en un Supercargador, mientras que las otras dos versiones con baterías NCA necesitaron seis. Bjorn Nyland señala que esto es debido a que el automóvil tiene un excelente sistema de gestión térmica que ayuda a exprimir hasta la última gota de energía incluso en temperaturas frías.