Al igual que ya sucedió hace más de un siglo con la llegada de los primeros coches, la caza de los récords de velocidad siempre ha sido una meta buscada por el ser humano. Ahora, con la llegada de nuevas y alternativas formas de locomoción también se busca incidir en ello bajo el paraguas de mecánicas 'cero emisiones'. Este es el caso de Destinus, la empresa suiza que ha hecho un anuncio público por el que inyectará un importante montante económico con el que culminar el desarrollo de su nuevo avión hipersónico, que alcanzará una velocidad 15 veces superior a la del sonido sin emitir ni un sólo gramo de CO2.
Este "hiperavión", como lo llaman desde la empresa matriz, será un auténtico laboratorio experimental por el que poner a prueba las leyes de la física. El Jungfrau será un híbrido entre un avión y un cohete, pues llevará a cabo el despegue y aterrizaje horizontal pero alcanzará una altura y una velocidad poco aptas para los aviones convencionales que todos nos imaginamos. Mecánicamente incorporará un nuevo motor a reacción alimentado por hidrógeno líquido, por lo que sus emisiones se limitarán a la expulsión de agua.
Desde la propia compañía se ha anunciado una inyección económica de más de 25 millones de euros, con ello se espera que el proyecto dé varios pasos adelante hasta llegar a la ansiada prueba de viabilidad bajo un modelo a escala real, las cuales tienen previstas que lleguen durante este mismo año 2022, según afirma Mikhail Kokorich, consejero delegado de la compañía, al cual muchos catalogan como el Elon Musk ruso debido a su fuerte implicación en numerosas compañías del área tecnológica.
El objetivo principal a cumplir por este vehículo hipersónico es alcanzar una velocidad Mach 15 a una altura de 60 kilómetros, algo que permitiría el transporte de carga entre continentes en menos de dos horas, un tiempo récord que aún parece que está lejos de alcanzar. Durante el pasado 2021 ya se llevó a cabo una prueba exitosa con un prototipo a escala, el cual esperan convertir en un modelo a escala real este año, así como completar las pruebas con éxito ya que actualmente la compañía cuenta con el respaldo de nuevos y más avanzados sistemas de guía, navegación y control, así como con un importante aporte económico sobre sí.
Destinus cuenta actualmente bajo sus filas a un total de 50 empleados, de los cuales muchos tienen experiencia previa en marcas tan destacadas como Airbus, Rolls-Royce, Boeing o Arianespace. Uno de sus propósitos para este 2022 será el de ampliar su capital humano doblando la cifra actual, con los que prevén acelerar el desarrollo de su hiperavión.
El motor ATR (turborreactores de aire), así como los dispositivos que lo conforman, es un bloque completamente adaptado para las diferentes fases de vuelo subsónico y supersónico. Este conjunto será el que este año realice su puesta a punto y pruebas en la vida real. Para el próximo año se llevará a cabo el siguiente y último paso, el de incorporar al motor ATR un segundo cohete de hidrógeno, configuración que será la que finalmente decida el destino de esta aeronave, ya que será la que definitivamente presente el modelo final y operante.
Una vez su fase de pruebas haya concluido, el modelo final se encargará del transporte de mercancías perecederas de un punto a otro del planeta, gracias a su capacidad de carga de más de una tonelada. Cuando esta fase se encuentre debidamente asentada, la empresa prevé comenzar el desarrollo de “hiperaviones” de pasajeros, los cuales sean capaces de transportar a cientos de personas desde Europa hasta Australia en un tiempo récord de hora y media.
La empresa cuenta a día de hoy con los pertinentes permisos para llevar a cabo vuelos a velocidad subsónica, mientras que la certificación para los vuelos hipersónicos llegará el próximo año, justo a tiempo para comenzar con las pruebas de mayor calado e importancia. Estos requisitos para llevar a cabo el vuelo hipersónico se encuentran actualmente bajo definición nacional (Suiza) y europea, ya que aún no están detallados con precisión para vuelos suborbitales, supersónicos e hipersónicos.