Dentro de la gama de Renault hay modelos que trascienden los límites habituales de popularidad. Más que modelos en sí, son marcas. Nombres tan ilustres como Clio o Twingo han servido para lanzar a la compañía al estrellato internacional. Renault es consciente de esa herencia y ahora, bajo el dominio de Luca de Meo, quiere explotarla al máximo. El Renault 5 será el primero de esos lanzamientos importantes y después llegará el nuevo Renault Twingo. Seguirá siendo el coche más pequeño y barato de la casa francesa. Los preparativos ya están listos gracias a un acuerdo que Renault ha firmado con el Gobierno de Eslovenia.
El problema de los coches eléctricos pequeños es que no son rentables para las marcas. Deben venderlos a precios realmente bajos si quieren alcanzar un buen volumen de matriculaciones, lo que a su vez supone reducir los costes de producción y desarrollo. Esa es realmente la tarea más complicada de todas teniendo en cuenta el estado de la industria. Para minimizar los gastos las empresas firman entre sí diferentes alianzas con el fin de poder compartir gastos y también beneficios. Renault ha removido hasta la última piedra para encontrar socios con los cuales poder fabricar el Twingo a un bajo coste. El precio de venta objetivo es de 20.000 euros, aunque habrá condiciones.
Renault reduce el gasto y Eslovenia mantiene con vida una de sus fábricas
En una primera etapa de este viaje, Renault y Volkswagen parecían entenderse para trabajar conjuntamente en desarrollos asociados. Los franceses tendrían su Twingo, mientras que los alemanes por fin serían capaces de lanzar su ansiado ID.1. El acuerdo contemplaba que Renault suministraría la plataforma AmpR Small, inaugurada en el Renault 5 y también empleada en el próximo Renault 4. Los alemanes aportarían otros detalles, pero al final no hubo entendimiento. Volkswagen no aceptaba que uno de sus coches se produjese por otra marca y mucho menos rival. Tras romper las negociaciones, los de Wolfsburgo aseguraron que seguirán con el desarrollo ellos solos.
Fue entonces cuando Luca de Meo cogió el teléfono y se puso a llamar a media industria. A principios del pasado mes de junio, los franceses lanzaron un misterioso comunicado. Renault había encontrado un socio con el que poder llevar a cabo el desarrollo del nuevo Twingo. Desde París no quiso especificarse la forma del acuerdo ni siquiera el nombre del socio. Sin embargo, no hace falta ser muy listo para darse cuenta que Renault lleva años colaborando con un importante fabricante chino, Geely. Ambos comparten la compañía Horse, cuya sede está en España, que se encarga de desarrollar y producir sistemas motrices, desde bloques de gasolina a los más avanzados conjuntos híbridos.
Si bien no hay confirmación oficial sobre el acuerdo de colaboración con Geely, la última noticia, si confirmada, es que Renault ya sabe dónde fabricar la próxima generación del Twingo. Una vez más, Luca de Meo ha llegado a un acuerdo, en esta ocasión con el Gobierno de Eslovenia. El país de Europa del Este está captando la atención de muchos inversores atraídos por políticas muy favorables. El propio país invertirá en la adaptación de la fábrica de Novo Mesto para poder producir el Twingo. El primer ministro, Robert Golob, ha hecho público el acuerdo, aunque no ha querido entrar en detalles del coste de la inversión gubernamental.
Ambas partes ganan con este acuerdo. Renault por fín tendrá un sitio donde fabricar su esperado coche eléctrico de 20.000 euros y encima no tendrá que desembolsar el gasto de adaptación de la fábrica. Por su parte, Eslovenia consigue derivar a su país la producción de un coche que está llamado a ser de los más populares del mercado. La fábrica de Novo Mesto consigue un empujón que garantiza su futuro y el de los 1.400 puestos de trabajo. La factoría adoptará sistemas de producción punteros que le permitirán producir un Twingo cada 10 horas. Se estima que la producción inicial será de 150.000 vehículos por año. Los trabajos comenzarán pronto, aunque el primer Twingo no saldrá de la línea de montaje hasta 2026.
