Las pick-ups son probablemente de los vehículos más versátiles que puedes encontrar. Normalmente tienen una cabina con espacio para cuatro o cinco plazas, pueden llevar bastante carga en la caja trasera y tienen gran capacidad de remolque. A eso hay que sumar una notable capacidad todoterreno (aunque les afecta su gran distancia entre ejes) y un decente comportamiento de marcha en asfalto. Esto hace de las pick-up vehículos "para todo" susceptibles de enfrentarse a todo tipo de actividades.
En el segmento de las pick-up eléctricas se está creando gran expectación al calor de los numerosos lanzamientos que se esperan para los próximos años: Tesla Cybertruck, Ford F-150 eléctrica, la pick-up eléctrica de Hummer, la de Bollinger, Nikola Badger... Y, como no, la Rivian R1T. En Rivian saben que los clientes de su pick-up eléctrica la van a utilizar para ir a la nieve, para remolcar embarcaciones de recreo y probablemente también para hacer perrerías en el campo.
Patrones de conducción muy diferentes que exigirán mucho a las baterías, tanto a nivel de potencia, gestión térmica, tolerancia a vibraciones bruscas, etc. Además, el uso recreativo de las pick-up también les hace más susceptibles de usarse en viajes de fin de semana, con recargas rápidas más frecuentes.
Para adaptarse a los muy diferentes escenarios de conducción, una mayor frecuencia de recargas rápidas, y tener unas baterías preparadas para cualquier circunstancia, Rivian está trabajando en un sistema de gestión térmica de la batería que puede "aprender" y mejorar la vida útil de la batería mediante ajustes en tiempo real en muchos patrones de control.
Las celdas cilíndricas irán montadas en dos alturas, con una placa de refrigeración entre ambas.
La compañía utilizará además un método novedoso de empaquetamiento de celdas en dos alturas, con una placa de refrigeración entre ambas. El gran aprovechamiento del espacio les permite, además, instalar un gran número de celdas cilíndricas y aumentar así la densidad energética de la batería. La Rivian R1T se venderá con tres tamaños de batería: 100, 130 y 180 kWh, con autonomías de hasta 640 km.
Según Rivian, el desarrollo interno del sistema les ha permitido comprender a fondo el comportamiento de las celdas y la batería en su conjunto. Aseguran que la temperatura de las mismas nunca tocará extremos incluso en condiciones exteriores de mucho calor o frío, o después de un trato exigente del propulsor que haga aumentar la temperatura del sistema eléctrico.
Batería de la pick-up Rivian R1T.
El robusto paquete de baterías tendrá que soportar también las vibraciones y sacudidas propias de la conducción off-road, además -por supuesto- de gozar de una hermeticidad total; no en vano, Rivian anuncia una profundidad de vadeo de 108 cm para la R1T.
Pero las baterías no solamente están diseñadas para soportar el uso exigente que le puede esperar en el día a día, también se ha pensado en su vida útil después de utilizarse en el coche. La denominada "segunda vida" de las baterías de los coches eléctricos.
Rivian R1T.
El CEO de Rivian reconoce que en la compañía han centrado muchos esfuerzos en la idea del almacenamiento estacionario de energía. Por eso han diseñado las baterías de manera que se puedan conectar fácilmente en una segunda vida «en varios tipos de almacenamiento en la red», formando grandes baterías que pueden servir como respaldo a fuentes de energía intermitentes como la energía eólica o solar.
