CATL no deja de sorprender con el anuncio de sus avances tecnológicos en el campo de las baterías. Durante la celebración a finales de junio del año pasado del Salón del automóvil de Chongqing, el fabricante ya anunciaba el desarrollo de baterías de estado sólido y semisólido, además de una nueva tipología que denominaba baterías condensadas. Nuevas tipologías que se unen a las Qilin, su último producto comercial, que ya está siendo utillizado por varios fabricantes para alimentar sus coches eléctricos.
El 28 de agosto de 2022, en una conferencia de la industria de vehículos de nueva energía, Wu Kai, científico jefe de la compañía, adelantó algunas características previas sobre las baterías condensadas. Aseguraba que ofrecían una alta seguridad, una gran fiabilidad y un buen ciclo de vida. Ahora, durante el Salón del Automóvil de Shanghái, ha sido el propio Kai el encargado de presentar oficialmente esta nueva y sorprendente tecnología.
El mayor productor de baterías del mundo afirma que pueden ser utilizadas tanto en aplicaciones terrestres como aéreas. Asegura que, con ellas, es capaz de multiplicar por dos la densidad energética de las baterías de litio, manteniendo todas las características de seguridad. Esta propiedad es clave porque de ella depende directamente la autonomía que se puede obtener una vez implementada en un vehículo eléctrico.
CATL ha construido una estructura de malla adaptativa a escala micrométrica que regula las fuerzas de interacción entre las diferentes reacciones electroquímicas que se producen en el interior de la batería, logrando, con ello, elevar la densidad de energía a un nuevo nivel, asegura Kai. Sin entrar en detalles, explica que se han creado “procesos técnicos innovadores aplicados a un cátodo de alta energía, a un nuevo tipo de ánodo y a las películas encargadas del aislamiento térmico de las celdas”.
Aplicaciones prácticas
CATL está colaborando actualmente en el proyecto de desarrollo de un avión eléctrico para uso civil. Para cumplir con los requisitos de calidad y seguridad, se están implementando estándares de grado aeroespacial, los requeridos en el sector más exigente del transporte. Según señaló Wu, las baterías condensadas también estarán disponibles para su uso en vehículos eléctricos. Para ellos, CATL alcanzará la capacidad de producirlas en masa este mismo año, para iniciar la comercialización el año que viene.
La densidad energética que CATL atribuye a estas baterías, 500 Wh/kg, es la más alta que se ha anunciado para unas baterías que pueden utilizarse en aplicaciones de alta potencia, producidas en masa y, por lo tanto, comercializables. Las celdas que se utilizan en las baterías de iones de litio convencionales, las que se emplean en la actualidad, tienen densidades de energía de poco más de 200 Wh/kg. La batería de estado semisólido de 150 kWh de NIO, que puede estar disponible en unos meses, alcanza los 360 Wh/kg.
A nivel de laboratorio, algunas investigaciones han logrado superar estas barreras, pero, por ahora, únicamente con baterías prototipo creadas para los trabajos previos. Todas ellas deben dar el paso siguiente, que supone escalar los procesos y comprobar que se mantienen las cifras anunciadas.
Para una batería, una mayor densidad de energía significa poder empaquetar en el mismo espacio y con el mismo peso una mayor cantidad de material activo. La consecuencia inmediata de ello es que estos vehículos podrán aumentar su autonomía con una batería de la misma capacidad o mantener la autonomía, pero reducir el tamaño de esta, lo que supone menor peso y una reducción en el coste de la batería.