Aunque solemos hablar de la carrera por el lanzamiento de coches eléctricos, no menos importante es la pelea por la hegemonía de la producción de baterías. Los fabricantes chinos dominan el panorama mundial con CATL como empresa claramente destacada. Su producción duplica a la de sus más inmediatos rivales, pero estos no se quedan parados esperando un cambio de paradigma. BYD no sólo es uno de los mayores fabricantes de coches en China, también tiene una potente división de baterías que espera dar el campanazo en el primer semestre del año que viene.
Una filtración recogida por el medio local LatePost evidencia que BYD quiere ser la primera compañía del mundo en presentar baterías de sodio en coches de producción en masa. Durante mucho tiempo la industria ha estado coqueteando con esta posibilidad como un sistema alternativo al cada vez más demandado litio. Si bien nunca se habían dado las condiciones ideales para llevar las baterías de sodio a producción, parece que BYD ha encontrado las soluciones para hacerlo, lo que supone un gran respaldo a su estrategia.
Cada cierto tiempo hablamos de la evolución sufrida por las baterías. CATL tiene programados grandes avances para el futuro a corto y medio plazo, pero el litio siempre ocupa un papel protagonista en esas estrategias. La dependencia mundial del preciado material ha disparado el coste del litio. Las baterías han frenado su desescalada de precios, el litio se ha convertido en un bien de interés general y la producción está condicionada a su disponibilidad y variación de precio. Es urgente buscar una solución, y es ahí donde entra en juego el sodio.
Mucho se ha hablado también de las baterías de electrolito sólido, pero numerosos expertos avisan que éstas no entrarán en producción en gran masa hasta por lo menos dentro de una década. El mercado mundial no sobrevivirá diez años pendiente del litio, no al menos si se busca producir coches de precio razonable a gran escala. Tal y como recoge el informe publicado, BYD está actualmente en la fase de validación de muestras, un paso previo a la producción en serie. Tan avanzado está el proceso que ya sabemos qué modelos serán los primeros en montar dichas baterías.
Por supuesto se trata de modelos de origen y venta exclusivamente chinas: el Qin EV y el Dolphin serán los primeros en poder montar baterías de sodio. Se trata de coches de precio razonable, en torno a los 14.000 euros. Tras ellos llegará el turno del BYD Seagull, con un precio de venta incluso inferior. Las fechas estimadas indican que se presentarán a lo largo del primer semestre del año, más concretamente al inicio de la primavera. No será hasta entonces cuando descubramos los secretos de una tecnología que promete decir adiós a la dependencia del litio, y cuya tecnología es capaz de igualar las prestaciones de las baterías más avanzadas de la actualidad.
Aunque BYD espera convertirse en el primer fabricante en incorporar el sodio en las baterías de coches de producción, fue CATL, en 2021, los primeros en anunciar una batería de este tipo. En aquel momento los chinos anunciaron una impresionante densidad energética de 160 Wh por kg, el nivel más alto en la actualidad (en una batería de este tipo). Muchos expertos apuntan a que el sodio no será el relevo natural del litio, pero que sí servirá para vehículos eléctricos con bajos requisitos energéticos, como motos o pequeños coches. Pronto descubriremos sus secretos, y lo que es más importante: su viabilidad.