Blackstone Resources, una compañía suiza de materias primas con sede en la ciudad de Baar, está preparando una inversión multimillonaria para fabricar baterías de coches eléctricos en Europa. El proyecto tiene un presupuesto de 200 millones de euros y, según diversos medios, probablemente termine consolidándose en Alemania. La compañía suiza ha reconocido su interés por instalarse en Alemania no solamente por ser una ubicación estratégica muy cercana a las fábricas que ensamblarán allí coches eléctricos, sino también por la posibilidad de obtener importantes subsidios tanto del Gobierno Alemán como de la Unión Europea.
En primera instancia, Blackstone ha fundado una marca subsidiaria en Alemania: Blackstone Research GmbH. Esta filial continuará con la investigación en el campo de las baterías para la movilidad eléctrica y el almacenamiento energético estacionario. También será la encargada de producir las celdas en el país germánico. Durante la primera fase del proyecto, la compañía espera conseguir una capacidad productiva de 100 millones de celdas de batería por año, lo que equivale a suministrar las baterías necesarias para la fabricación de 25.000 a 100.000 vehículos eléctricos. En fases posteriores, la empresa confía en que podrá aumentar sustancialmente la producción.
Blackstone está buscando actualmente el sitio óptimo para establecer las instalaciones en las que fabricará de baterías. Entre otras, una ubicación considerada clave por la propia empresa podría ser la ciudad de Eisenach, que se encuentra a 50 kilómetros al oeste de Erfurt. De esta forma se instalarían muy cerca del fabricante de automóviles Opel y CATL, otra empresa de baterías de origen chino. Una ubicación alternativa podría ser Braunschweig (Brunswick), en Baja Sajonia, mucho más cercana a las plantas de producción de Volkswagen, una de las marcas que más fuerte están invirtiendo en la producción de vehículos eléctricos.
Por otro lado, el Gobierno Alemán también ha anunciado que cuenta con 2.000 millones de euros para financiar las instalaciones de producción de baterías que estén interesadas en producir celdas en su territorio. Esta iniciativa pública también contaría con el apoyo de un consorcio de empresas privadas con el objetivo de garantizar la producción de las baterías necesarias para los vehículos eléctricos que se construyan en Europa de aquí a 2030.