Con el Grupo Volkswagen y Mercedes-Benz ejecutando una estrategia diseñada por completo en torno a los coches eléctricos por baterías, que BMW haya dado comienzo a la producción de su pila de hidrógeno es, de facto, la confirmación de que el fabricante con sede en Múnich va en contra de la industria alemana en cuanto a los tipos de tecnología que tomarán lugar en el mercado en un futuro no demasiado lejano.
La marca alemana, sin embargo, no producirá por completo los sistemas de pila de combustible que tomarán sitio en su BMW iX5 Hydrogen, que será el primer modelo que fabricará la firma y que estrenará esta tecnología de propulsión. Para ello, BMW se ha aliado con Toyota, que es el fabricante encargado de producir la pila de combustible. Recordemos que Toyota, junto a Hyundai, son los únicos fabricantes que actualmente tienen a la venta coches movidos por pilas de combustible.
Así pues, BMW se encargará de la fabricación de componentes aledaños a la pila de hidrógeno como compresores, filtros o el sistema de refrigeración, mientras que el sistema será ensamblado en su totalidad en la planta de Múnich de la marca.
De momento la marca empezará a trabajar con un volumen de producción muy reducido. Y es que BMW sabe que a esta tecnología le queda aún un largo recorrido antes de protagonizar números de relevancia en el ámbito comercial. La firma alemana tiene previsto producir en torno a un centenar de unidades de su BMW iX5 Hydrogen antes de finales de año, y en lugar de tratarse de unidades destinadas a clientes, serán sus diferentes divisiones internas las que primero los recibirán (concesiones, departamentos de márketing y prensa, etc.).
Si bien actualmente la cuota de mercado de este tipo de vehículos apenas llega a ser testimonial (se matriculan tan sólo un puñado de unidades al año en cada mercado al que llegan), BMW estima que llegarán a protagonizar un volumen de entre 20 y un 30 % de la cuota de mercado para cuando alcancen su plenitud comercial, sirviendo principalmente a clientes que vivan en entornos rurales y que no dispongan de infraestructura de carga rápida de manera inmediata, o aquellos que necesiten vehículos para recorrer largas distancias de manera asidua.
"El hidrógeno cobrará mayor relevancia en la movilidad individual debido a sus ventajas", comentó durante el día de ayer Oliver Zipse, CEO de BMW en un acto de inauguración de la planta de producción en Múnich, al que acudió Automotive News Europe. "Los coches impulsados por hidrógeno son la tecnología ideal para nosotros como complemento a los coches eléctricos de batería pura". Bien es cierto, no obstante, que el hidrógeno plantea también retos a la industria, entre ellos el transporte del mismo hasta los surtidores, pues han de mantenerse unas condiciones específicas durante todo el transporte del mismo.
Zipse también comentó que conforme las pilas de combustible aumenten su protagonismo, ayudarán a reducir la dependencia de materias primas que actualmente se encuentran en plena escalada de precios a causa de la desigualdad que existe entre la oferta y la demanda, principalmente del litio y el cobalto. El sistema basado en el hidrógeno utiliza principalmente aluminio, acero y platino, metales que son más fáciles de reciclar.