El BMW i8 ya se ha despedido para siempre de la fábrica de Leipzig. El deportivo híbrido enchufable de BMW, cuyo futurista diseño ha seguido resultando espectacular hasta sus últimos días de producción, ha dejado de fabricarse y la marca ha querido despedirlo con 18 unidades muy especiales, cada una de ellas con un nivel de personalización nunca visto antes en el modelo.
El BMW i8 fue quizá un adelantado a su tiempo que tuvo que enfrentarse, entre otros, con dos productos muy complicados de batir: el mítico Porsche 911, por un lado, y el exitoso Mercedes-AMG GT. El final de su producción estaba previsto para abril, pero ha tenido que posponerse a consecuencia del cierre de fábricas provocado por el coronavirus.
Una personalización más exclusiva que nunca como homenaje final
BMW ha querido despedir con honores a su deportivo enchufable con 18 unidades del BMW i8 Roadster muy especiales: cada una de ellas ha sido pintada en un color exclusivo que nunca antes se había visto en la carrocería de un i8 de producción.
Últimos BMW i8 Roadster saliendo de la línea de producción.
Amarillo Austin Yellow, verde British Racing Green, azul Le Mans Blue... Pintar las piezas exteriores en estos nuevos colores hizo además que la producción y la logística adquiriese tintes más complejos.
La personalización exclusiva de estos últimos i8 también afecta al interior: tapizados en Alcantara para los asientos y el volante, molduras exclusivas y aplicación de colores nunca visto hasta ahora. Sin duda, los afortunados propietarios se han llevado a casa coches muy especiales.
Cada coche ha sido en un color diferente y exclusivo.
BMW quiso reunir a estos clientes en la planta de Leipzig (Alemania) para que viesen a sus coches salir por las puertas de la fábrica, y que estuvieran presentes en un cierre de ciclo para el fabricante alemán y su espectacular deportivo, que se despide sin tener sucesor a la vista.
Adiós a un deportivo con una receta muy especial
El BMW i8 Roadster presumía de una mecánica con 374 CV de potencia, que le permitían hacer el 0 a 100 km/h en 4,6 segundos. El motor 1.5 de gasolina, turboalimentado y con 231 CV, movía las ruedas traseras. En el eje delantero había un motor eléctrico de 143 caballos, que le permitía circular a velocidades de hasta 120 km/h en modo puramente eléctrico.
El BMW i8 Roadster pone fin a su producción con 18 últimas unidades.
Con una batería de 9,4 kWh de capacidad neta, podía homologar 53 km de autonomía eléctrico según el ciclo de homologación NEDC.
Los últimos 18 BMW i8 Roadster junto al i8 'Safety Car'.
Su avanzado sistema de propulsión híbrido no era lo único rompedor de este coche: su monocasco de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) y un diseño que ha seguido resultando futurista incluso en el final de sus días han hecho del BMW i8 un coche muy especial.