Recientemente se celebraba la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida más popularmente como COP26. En ello uno de los principales temas a tratar era la firma de un acuerdo mediante el cual los principales actores del sector del automóvil se comprometen a dejar de vender coches nuevos que generen emisiones en los principales mercados del mundo para el año 2035, y a nivel mundial para 2040. La nota discordante la pusieron Toyota, Volkswagen, la alianza Renault-Nissan e Hyundai-Kia no apoyando dicho acuerdo, así como tampoco lo hizo BMW, quien tampoco estampó su rúbrica en el acuerdo .
En defensa de la postura del fabricante alemán en la cumbre ha salido Thomas Becker, el jefe de estrategia de sostenibilidad de BMW, quien ha alegado, a grandes rasgos, que BMW sentenciará la fabricación y venta de motores de funcionamiento contaminante cuando todas las naciones hagan su parte y se establezcan una infraestructura de carga adecuada.
A pesar de que BMW no ha firmado el acuerdo, la marca asistió a la cumbre con el BMW i Vision Circular como reclamo, un coche que atiendo a los principios de la economía de materiales circular, mientras que alega que esperan que uno de cada dos coches vendidos para 2030 se corresponda con un coche completamente eléctrico. Aun con ello, el consorcio alemán se resiste a anunciar una fecha de electrificación total para BMW, pero por contra sí ha anunciado que sus filiares MINI, de coches de corte compacto y urbano, y Rolls-Royce, de lujo, sí serán marcas de coches eléctricos puros para 2030.
BMW i Vision Circular.
Las declaraciones del directivo de BMW han sido recogidas por el diario Dezeen, y entre otras cosas, Becker ha comentado: "El trabajo está hecho en los Países Bajos y Noruega, por lo que estos mercados serán completamente eléctricos y solo venderemos coches eléctricos aquí. Pero hoy por hoy no podemos decir si estamos seguros de que la gente de Italia hará bien su trabajo".
Becker ponía de ejemplo al país transalpino, pero refiriéndose a los países de la Unión Europea que menos infraestructura de carga disponen en estos momentos y que dudan que tengan medios suficientes para desplegar una red de recarga para coches eléctricos a la altura necesaria para 2035. España, potencialmente, también está en la lista de BMW.
Becker se ha mostrado parco y ha dejado clara su falta de confianza en los países menos solventes de toda la Unión Europea. Seguía comentando, sin tapujos, en referencia a estos países y su falta de infraestructura de recarga: "No lo harán. Deberíamos tener objetivos vinculantes que garanticen que también los países más pobres hagan su trabajo. Estos tipos (los políticos, presumiblemente) solo esperan hasta que alguien les dé dinero para hacer el trabajo".
BMW i4 eléctrico.
Para más inri, BMW se respalda en la vida útil que tendrán los coches de combustión interna para entonces y que nadie podrá prohibir por completo su uso, pues en ciertas zonas de Europa habrá clientes que por situación geográfica y tipo de uso prefieran seguir optando por comprar un coche la que aun le resta tiempo de uso por un coste muchísimo menor. Comentaba Zecker sobre ello: "Nadie prohibirá el resteo de vehículos que existe, que de media en Europa tienen una edad de 11 años. Por lo tanto, es mejor que obtengan un buen vehículo convencional, por ejemplo, en el sur de Italia, que conducir uno usado".
