Bollinger Motors continúa mostrando las novedades de sus dos todoterrenos eléctricos radicales. Gracias al "Passthrough" y al "Frunkgate" no solo serán capaces atravesar cualquier obstáculo que se les presente, también podrán transportar casi cualquier cosa que se le ocurra a su propietario. Con estos nombres, Bollinger hace referencia a la patente que ha logrado sobre los espacios de almacenamiento que se pueden encontrar en el B1 y en el B2: un maletero delantero de 243 litros de capacidad, que se comunica con el maletero trasero del B1 o la caja trasera del B2 a través de un volumen libre que puede alcanzar hasta los 6 metros de longitud.
Fue Elon Musk, CEO de Tesla, el que popularizó el término "frunk" para referirse al maletero delantero de sus coches eléctricos. Este nuevo espacio de almacenamiento es uno de los beneficios que permite la configuración mecánica de los vehículos eléctricos. Mover el motor o los motores eléctricos a los ejes o a las ruedas y situar la batería bajo el suelo, libera espacios que en los coches de combustión serían imposibles.
En sus dos 4x4 eléctricos, Bollinger Motors ha llevado esa idea al extremo y la ha patentado. Ha colocado los elementos mecánicos en la plataforma inferior liberando todo el espacio sobre ella y ha empleado líneas completamente rectas en la carrocería, recordando mucho a las de un Land Rover Defender. El resultado son una serie de espacios libres que pueden ser utilizados para transportar prácticamente cualquier cosa.
Maletero trasero y Passthrough del Bollinger B1
El "Frunkgate" es el capó delantero de ambos vehículos, que en este caso cuenta con dos portones, uno horizontal sobre la parte superior y otro vertical que libera solo la parte frontal. Ambas dan acceso a un espacio libre de 243 litros tanto en el caso del B1 como en el caso del B2 y en él se han instalado cuatro enchufes eléctricos para alimentar herramientas. Además también es accesible desde los asientos delanteros mediante una pequeña puerta con cerradura.
El "Passthrough" lo une con la parte trasera dejando libre un espacio de carga alargado e ininterrumpido de 4,9 metros si el Frunkgate y el portón de la caja trasera están cerrados. Si estas dos puertas se abren el canal de paso se alarga hasta los 6,1 metros.
"El Passthrough y Frunkgate son una de las características más definitorias de nuestros camiones, y formaron parte integral de nuestro ADN y de la reinvención de los 4x4 que supone crearlos desde cero para ser eléctricos", asegura su CEO, Robert Bollinger.
Bollinger ha diseñado sus camiones 4x4 eléctricos para ser resistentes, prácticos y altamente personalizables. A diferencia del resto de los SUV y pick-ups eléctricos, que apuntan al segmento premium con acabados de lujo, los Bollinger son vehículos espartanos. Su tecnología está en el sistema de tracción y en la electrónica que la gestiona, y su interior puede limpiarse a base de manguerazos.
El Passthrough permiten transportar elementos de hasta 6 metros de largo.
El Bollinger B1 y el B2 se ensamblan sobre un chasis de Clase 3 que la compañía denomina "E Clase 3". Fue diseñado para aplicaciones comerciales y para ser ofrecida para diversificar los vehículos comerciales eléctricos que pesan entre 4.500 y 6.350 kilogramos. En él se incluye, de serie, un paquete de baterías de 120 kWh y dos motores eléctricos que ofrecen tracción total, auténtica capacidad todoterreno y la posibilidad de cargar hasta 2.250 kilogramos.
La potencia total combinada es de 458 kW (614 CV) y el par motor de más de 900 Nm, que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 160 km/h. Todavía se desconoce la autonomía que homologará aunque la de los prototipos previos, con 100 kWh, alcanzaban, según la empresa, hasta 320 kilómetros. Además, Bollinger ha introducido una caja de cambios automática de dos marchas, una para las velocidades altas y otra para las bajas, combinadas con bloqueos de diferencial electrónicos en los ejes delantero y trasero.