Son muchas las marcas que prometen a día de hoy la llegada del coche eléctrico barato. Una panacea que, en realidad, lleva años descubierta. Tanto es así que algunas marcas ya contaron con alternativas de este calibre hace varios años. De hecho, una de estas empresas fue el Grupo Volkswagen, el cual tuvo a bien poner en el mercado tres coches eléctricos que eran realmente accesibles para la práctica totalidad del público. Uno de ellos estaba fabricado por esta conocida marca española.
Estos tres coches realmente similares entre sí fueron los antecesores de los que derivarán próximamente del Volkswagen ID.1. Concretamente fueron el Volkswagen e-Up, el Skoda CityGo y el SEAT Mii Electric. Este último es nuestro protagonista de hoy. Un coche eléctrico de pequeñas dimensiones y especificaciones notables con el que se podía llevar a cabo cualquier trayecto urbano y que suplía todas las necesidades del cliente tipo.
Así era este auténtico ‘coche eléctrico del pueblo’
El SEAT Mii Electric duró tres años en el mercado durante su última actualización (antes se vendió con motores térmicos). Concretamente, su presentación y lanzamiento tuvo lugar en 2019, mientras que su eliminación llegó en 2022. Este contaba con una carrocería centrada en los desplazamientos urbanos. Es decir, apenas superaba los 3,6 metros de longitud, mientras que su anchura era de 1,64 metros y su altura de 1,48 metros. Estas medidas lo hacían presentarse como todo un filón para los movimientos cotidianos de las personas, especialmente para los habitantes de las grandes ciudades.
Su equipamiento era realmente básico, pero bastante óptimo para lo que entonces era un sector que comenzaba a abrirse al mercado de forma masiva. Entre otras cosas, contaba con faros halógenos, pero su carrocería podía personalizarse con cinco colores diferentes y unas llantas de 14 o 16 pulgadas, dependiendo del acabado escogido.
El habitáculo estaba notablemente bien para lo que SEAT pedía a cambio por él. El salpicadero, bastante simple, estaba compuesto por un volante sin botones y el cuadro de instrumentos era analógico e incorporaba tres esferas (uso de la energía, velocidad y nivel de batería). En el centro del conjunto sólo se acoplaba un panel donde regular la climatización, así como un pequeño módulo para el sistema multimedia (radio, bluetooth o datos energéticos del coche).
También adoptaba un pequeño soporte para que un smartphone hiciese las veces de pantalla de información y entretenimiento, algo que siguen acogiendo algunos fabricantes a día de hoy, como Dacia con el Spring en su acabado más básico, por ejemplo. A través de una aplicación vinculada al sistema del coche, se podían ver gráficos de uso de energía o un navegador específico, entre otras cosas.
En cuanto a habitabilidad, el SEAT Mii Electric presentaba unos asientos delanteros bastante cómodos, así como una multitud de huecos donde guardar objetos personales. Las plazas traseras, por su parte, también eran bastante notables para sus dos ocupantes (tenía anclajes ISOFIX), especialmente en términos de espacio para piernas y cabeza.
Por último, su espacio de carga era de 251 litros, un hueco más que suficiente para cubrir las necesidades diarias de sus usuarios, como ir a por la compra o cubrir pequeños viajes entre ciudades cercanas cargados con un par de maletas de mano. Un carrito de bebés también cabría en este espacio, por ejemplo.
Mecanica y acabados
El SEAT Mii Electric presentaba dos niveles de acabados (Estándar y Plus), en términos de equipamiento. No obstante, su mecánica siempre estaba compuesta por los mismos elementos. El SEAT Mii Electric estaba impulsado por un motor eléctrico de 83 CV y 212 Nm situado sobre el eje delantero que le permitía hacer el 0 a 100 km/h en 12,3 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 130 km/h. A este lo alimentaba una batería de 36,8 kWh de capacidad bruta o 32,3 kWh de volumen útil.
Con esta combinación, el SEAT Mii Electric proporcionaba una autonomía homologada en ciclo WLTP de hasta 259 kilómetros, así como un consumo medio de 14,4 kWh/100 km. Su recarga se podía efectuar a una potencia máxima de 40 kW en corriente continua o a 7 kW en corriente alterna. Esto generaba la capacidad de pasar del 0 al 80% de carga tras una sola hora de enchufe.
Precio antes y ahora
Como se puede apreciar, sus especificaciones y capacidades eran realmente notables; su precio, por entonces, también lo era. El SEAT Mii Electric se lanzó al mercado por un precio de entrada de apenas 20.090 euros, antes de ayudas o descuentos. Con la aplicación de estos, la factura final podía llegar a rondar los 13.000 euros. El acabado ‘Plus’ iniciaba su comercialización en 21.240 euros. Con todo ello, era más barato que algunos de sus competidores, como el Opel Corsa-e o el Smart Fortwo EV.
Ahora, pese a que ya no se puede comprar nuevo a través de concesionario, sí existe una generosa oferta en el mercado de segunda mano. Los principales portales cuentan con numerosas publicaciones, las cuales parten alrededor de los 12.000 euros con un kilometraje, normalmente, por debajo de los 100.000 kilómetros. Las unidades más cuidadas y menos usadas se sitúan sobre los 18.000 euros, pero con muy pocos números en su odómetro.