Aunque el precio del litio ha fluctuado a la baja en los últimos años, la industria trabaja en nuevos enfoques para lograr baterías más baratas con las que impulsar sus coches eléctricos. No hay muchos elementos capaces de sustituir al litio con el mismo resultado, prácticamente ninguno, pero si analizamos detenidamente la tabla periódica descubrimos que el sodio es una de las mejores opciones. Las baterías de iones de sodio han centrado casi toda la actividad reciente de la industria, incluso en Toyota. BYD quiere posicionarse como uno de los mayores fabricantes del mundo y ya ha dado los pasos necesarios para serlo.
BYD (Build Your Dreams) se ha hecho con el poder en el campo de las baterías LFP (litio ferrofosfato). No sólo es el mayor productor de China, sino del mundo entero. Muchas marcas apuestan por su tecnología y capacidad de producción. Sin embargo, en BYD creen que es necesario abrir el catálogo de opciones para reducir, aún más, el precio de algunos de sus coches eléctricos. Los modelos de acceso podrían beneficiarse de una tecnología que resulta mucho más económica. Numerosas fuentes apuntan a que pronto el Seagull podría ofrecer una alternativa con batería de sodio.
Guerra tecnológica entre CATL y BYD por las baterías de iones de sodio
Como suele ocurrir, nada es perfecto. El sodio es mucho más común que el litio y su extracción es bastante más sencilla, lo que supone que el coste de producción de una batería es significativamente más bajo. También son más baratas de fabricar que las baterías LFP, de ahí que BYD quiera emplearlas en sus modelos más económicos. Sin embargo, hay un problema y es la baja densidad energética. Esta misma semana, Northvolt, el más grande e importante fabricante de baterías en Europa, ha presentado su batería de iones de sodio con una densidad energética de 160 kW/Kg, uno de los mejores datos de la categoría.
En esta particular aventura, BYD cuenta con el apoyo de sus socios más habituales, Huaihai. A través de la filial de baterías de BYD, FinDreams, ambas compañías acaban de firmar un contrato vinculante para iniciar próximamente la producción de baterías de sodio. El acuerdo implica una capacidad de producción anual de 30 GWh en las instalaciones que Huaihai tiene en Xuzhou, en la provincia de Jiangsu. Tal y como informan fuentes locales, BYD ha invertido 10.000 millones de yuanes, unos 1.300 millones de euros al cambio, en la planta para iniciar a la mayor brevedad posible la producción.
Ser el primero en ofrecer este tipo de baterías baratas y de rápida producción puede ser clave para las compañías. BYD no es la única interesada en la materia, la todopoderosa CATL también ha dado señales evidentes de que está trabajando en dicho campo, de hecho ya tiene comprador. Tal es así que se ha establecido una pequeña guerra comercial entre dos de las empresas de baterías más importantes del país. Aunque no hay una agenda oficial confirmada, trabajadores cercanos a los proyectos estiman poder ofrecer baterías de sodio al cierre de este año. Hay que tener en cuenta que en China el año se completa en marzo.