Durante décadas, las marcas europeas han visto en Norteamérica un territorio con infinitas posibilidades comerciales. Sin embargo, pocas firmas extranjeras han conseguido triunfar en Estados Unidos a pesar de los tremendos esfuerzos realizados.
China tiene muy claro que es un mercado en el que quiere estar, aunque tampoco lo va a tener nada fácil. Los americanos son muy particulares con sus gustos y con su patriotismo. A pesar de las dificultades, BYD quiere intentarlo y, para triunfar donde otros han fracasado, tiene un plan muy ambicioso que parece sacado de la cabeza de Elon Musk.
El empresario americano ha dibujado un nuevo mundo comercial en torno a la figura del coche eléctrico. Su marca ha demostrado que la electromovilidad no sólo es posible, sino real. Sus coches se venden y se fabrican en diferentes mercados como Europa y China, pero Estados Unidos sigue siendo su mercado principal. La falta hasta ahora de rivales serios les ha allanado el camino, pero cada vez más competidores se suman a la puja. China es líder mundial de exportación de vehículos, título que ha arrebatado a los japoneses tras varias décadas en propiedad.
BYD quiere saltarse la Ley IRA de Estados Unidos
El resto del mundo teme la llegada masiva de coches procedentes de China y por todos lados se levantan muros comerciales para tratar de minimizar su impacto. Europa ha abierto una investigación que adelanta la implantación de aranceles especiales. Estados Unidos ya aplica medidas de control. El Gobierno de Joe Biden impide que muchos fabricantes extranjeros puedan acogerse a las suculentas ayudas gubernamentales para la compra de vehículos eléctricos. Con la intención de aumentar la demanda, el Ejecutivo ofrece descuentos directos a aquellos modelos fabricados en el país o en territorios amigos, como México.
Los vecinos del sur se han situado como uno de los principales socios comerciales de las marcas. Varias fábricas se reparten entre sus fronteras, incluso Ford tiene numerosos activos en la zona. Tesla ya está levantando la más nueva e importante de sus gigafactorías para dar a luz al futuro Tesla Model 2.
Tomando buena nota, los directivos de BYD consideran que, precisamente, la mejor estrategia para llegar a Estados Unidos pasa por levantar una fábrica en México. Así lo apuntan desde numerosas fuentes chinas. Por el momento, la información es muy limitada y sólo el director de la marca en el país latino, Zhou Zou, ha destacado la importancia de la región en su camino hacia la conquista global.
Es un paso más en la estrategia de BYD para sortear las posibles medidas sancionadoras que impidan su expansión. En Europa ya han confirmado que Hungría será su principal área de actividad. El país acogerá la primera fábrica en suelo europeo. Los planes de construcción fijan una agenda muy apretada. La factoría deberá estar operativa en tres años. La producción masiva de vehículos arrancará a finales de 2026 o principios de 2027.
Esta no ha sido la única medida tomada por el gigante asiático. Hace poco ha confirmado que llegarán más modelos, más marcas y más opciones mecánicas al Viejo Continente. Una impresionante oferta que buscará hacerse un hueco en el que todo el mundo considera el mercado más exigente.
