El 66% de los conductores españoles de automóvil se plantea adquirir un coche conectado a la hora de comprar su nuevo vehículo, tres puntos por encima de la media europea, según el estudio Connected Car de Kantar TNS. Así, España es el país europeo con mayor intención de compra de vehículos conectados.
Esta disposición de los españoles por las innovaciones en la conducción también se manifiesta para los coches autopilotados, ya que más de la mitad se muestra interesada en ellos, frente al 36% de los europeos; y en la conducción eléctrica, con un 66% frente a un 53% a nivel europeo.
Este interés por la tecnología conectada se acompaña de una demanda hacia la red comercial, ya que un 55% de automovilistas españoles espera que se le asesore acerca de este tipo de tecnología en su visita al concesionario.
El estudio también pone de manifiesto que el 32% de los propietarios españoles de un vehículo con funciones de conectividad no es consciente de que su vehículo es un coche conectado, una circunstancia que asciende al 46% en el caso de los conductores europeos.
Por otro lado, los automovilistas españoles muestran una mayor confianza en el uso de los datos que realizan las marcas de automoción frente a otros gigantes tecnológicos, con un 38% que confía en las firmas automovilísticas frente a un 15% que lo hace en marcas tecnológicas como Google o Facebook. A nivel europeo, los porcentajes de confianza son del 43% y el 10%, respectivamente.
El responsable del estudio en España, Juan Luis Alonso, ha señalado que un coche conectado "emite millones de datos sobre viajes realizados, tiempo de viaje, localizaciones y aspectos relacionados con el estilo de conducción" e incluso "podría saber detalles financieros y contraseñas si el usuario está suscrito a un servicio de pago", por lo que la confianza es un aspecto clave a la hora de introducir una novedad.
"Las marcas de automoción que pongan enfásis en la protección de la información privada de sus clientes, serán honestas y creíbles para el automovilista", ha afirmado.