Con la presentación a principios de junio del nuevo Corsa-e, la versión cien por cien eléctrica del compacto alemán, Opel ha dado el primero de sus pasos para cumplir un ambicioso plan que le llevará a reducir sus emisiones generales hasta los 94 gramos de CO2 por kilómetro establecidos por la Unión Europea en 2021. Opel sigue dos líneas de trabajo para ello, deshacerse de las pesadas y obsoletas arquitecturas de General Motors, sustituyéndolas por las de PSA, y lanzar versiones híbridas completas e híbridas enchufables y variantes cien por cien eléctricas de sus modelos más populares.
En 2017, el Grupo PSA compró Opel a General Motors para hacerse cargo de una empresa con unas pérdidas operativas anuales de 1.000 millones de euros. Algo menos conocido, pero no por ello menos importante, era su segundo problema: el considerable retraso en los preparativos para cumplir con la reducción de emisiones de CO2 que exigía la Unión Europea para 2020 y 2021, que podría llevar a la empresa a enfrentarse a multas multimillonarias.
Carlos Tavares, CEO de PSA, y Michael Lohscheller, CEO de Opel.
En noviembre de 2017, Michael Lohscheller CEO de Opel, afirmó en la sede de Opel en Russelsheim que cuando la empresa comenzó a trabajar en el Plan PACE! "llegamos rápidamente a la conclusión de que Opel no estaba preparada para alcanzar los objetivos de reducción de CO2 establecidos por la UE para 2020 y 2021".
En mayo de 2019, dos años después, Opel no era solo rentable, sino que además tenía un plan que hacia posible el cumplimiento de los objetivos de emisiones, según declaró Lohscheller a Automotive News Europe.
A finales de 2018, las emisiones de Opel aún eran muy superiores a las del resto de las dos marcas principales de PSA, Peugeot y Citroën. Según un estudio de ISI Evercore, el promedio de CO2 de la flota de Opel era de 126 gramos por kilómetro, en comparación con los 108 g/km de Peugeot y Citroën, siendo el objetivo de Opel los 94 g/km de CO2, según los cálculos de reducción porcentual que le corresponden como marca. Esto significa que tendrá que reducir las emisiones en toda su línea en un promedio de más de 30 g/km, lo que supone un 25%. En caso contrario podría enfrentarse a una multa de 2.650 millones de euros. ISI también estima que alcanzar estos objetivos, supondrá un coste para Opel de 1.260 euros por vehículo en comparación con los 740 euros de Citroën y los 667 euros de Peugeot.
Opel Corsa-e será la primera variante que llegará al mercado de la sexta generación del compacto alemán.
Las claves del cambio
Según Lohscheller, el trabajo de Opel se basa en dos pilares fundamentales. El primero, eliminar de su línea de productos los vehículos basados en arquitecturas de General Motors, mucho más pesados y contaminantes que los de PSA. El segundo, el lanzar versiones electrificadas de sus modelos más vendidos. "Cumpliremos a partir de 2020, los nuevos automóviles basados en las arquitecturas de PSA ofrecen una mejora masiva en las emisiones".
A fines del año pasado, la mayoría de los modelos de Opel estaban todavía basados en las plataformas de General Motors, incluyendo los más vendidos: el Corsa, el Astra, el Mokka X, el Adam y el Zafira. El peso promedio de la flota era de 1.345 kilogramos muy por encima de los 1.204 de Citroën y los 1.245 en Peugeot, una situación que cambiará a finales de 2020, afirma Lohscheller.
El primero de sus modelos que responde a esta estrategia es el Opel Corsa. A finales de este año será reemplazado por un modelo completamente nuevo basado en las arquitecturas de PSA, CMP para las versiones de combustión y eCMP para la versión completamente eléctrica.
El Opel Grandland X Hybrid4, podrá reservarse a finales de año.
El próximo año llegará el nuevo Mokka X, también sobre la plataforma CMP. Se ofrecerá también en versión híbrida enchufable, al igual que el Opel Grandland X con una nueva variante que está a punto de entrar en el mercado. El Opel Adam el Karl y el Zafira desaparecerán del catálogo, dejando únicamente al Astra como representante de los modelos de General Motors, que, en 2021, en su nueva generación, también dispondrá de una versión híbrida enchufable.
En 2024, Opel tendrá versiones electrificadas de cada uno de los modelos de su gama, según dicta el plan PACE! que podrán ser híbrido completos, híbridos enchufables o completamente eléctricos. Lohscheller asegura que era una cuestión de confianza en la marca por parte de sus clientes: "Los clientes se preguntarían porqué deberían confiar en una marca que ni siquiera es capaz de cumplir con los requisitos legales. Para nosotros, es una necesidad absoluta, y lo vamos a lograr".