Cuando hablamos de coches eléctricos y/o híbridos enchufables, solemos hacer mención a la autonomía, la potencia del propulsor, la aceleración o la capacidad del maletero. Esas variables aparecen prácticamente siempre, ya que suelen servir para comparar de un vistazo rápido diferentes modelos. Sin embargo, la capacidad de remolque es algo que suele pasar más desapercibido, a veces casi de puntillas, a la hora de hablar de las características y prestaciones de un coche. Y con los coches eléctricos ocurre algo peculiar: muchos tienen una capacidad de remolque bastante limitada, incluso nula. ¿Por qué?
Como viene ocurriendo con casi todo, con el paso del tiempo el tiempo y las prestaciones de los coches tienden a sobredimensionarse. Cada vez más grandes y más pesados, cada vez más potentes, cada vez más rápidos y también más seguros. También más equipados, de ahí que haya cada vez más coches eléctricos con enganche de remolque (casi siempre como elemento opcional) y con mayor capacidad de remolque, pero presentan desventajas importantes.
La autonomía es el enemigo
La razón por la que muchos eléctricos tienen una capacidad de remolque limitada o directamente nula es sencilla: la autonomía. Los remolques hacen aumentar el consumo de manera muy notable y, por tanto, en un coche eléctrico la autonomía cae rápidamente. Actualmente la autonomía es una de las prioridades a la hora de hacer un coche eléctrico y conseguir una buena cifra es clave para atraer al cliente. Da igual que este no haga más de 100 kilómetros a la semana, la mayoría quiere que su coche tenga cuanta más autonomía mejor "por si acaso", pero eso tiene un coste.
Tesla Model X, Audi e-tron y Mercedes EQC arrastrando de sendas caravanas.
Los fabricantes de coches deben alcanzar una autonomía razonable para el uso diario, lo cual se puede conseguir de dos maneras: la difícil es incrementar la eficiencia de todas las maneras posibles; la más sencilla es poner una batería de mayor capacidad. Pero las baterías son muy caras, así que hay que buscar un equilibrio óptimo entre costes y prestaciones. También son muy pesadas, por lo que una batería demasiado grande redunda en mayores consumos, peor dinámica de conducción y la necesidad de instalar frenos más potentes para detener más masa en una distancia razonable.
Según la ADAC alemana, con una caravana enganchada al coche, la autonomía se reduce aproximadamente a la mitad. El consumo también se dispara en un coche de combustión, pero en estos es más rápido y sencillo repostar. Las estaciones de recarga para eléctricos no suelen estar diseñadas para ir con remolques o caravanas: a veces es necesario aparcar el coche marcha atrás para que alcance el cable, pero si llevamos una caravana tampoco alcanzará. En tal caso habría que desenganchar la caravana o el remolque, cargar y volver a enganchar. Demasiado trabajo.
Por otro lado, cabe la duda de cómo se comportará la batería y la transmisión ante un uso tan duro y continuado, es decir, descargándose a un ritmo mucho más alto del habitual sin caravana. Si el sistema se sobrecalienta, puede causar fallos en el momento, además de aumentar la probabilidad de averías a medio y largo plazo y reducir la vida útil de la batería. Una situación poco ideal, desde luego, así que reducir la capacidad de arrastre del vehículo es una manera de minimizar riesgos por parte de los fabricantes de coches. Como veis, no es una cuestión de fuerza (los coches eléctricos tienen mucho par motor desde el momento de arrancar la marcha, así que serían ideales en este sentido) ni una cuestión técnica por la ubicación de la batería en el chasis. Nada de eso.
El BMW iX (imagen) es actualmente el coche eléctrico con mayor capacidad de remolque.
¿Significa todo esto que no hay eléctricos con gran capacidad de arrastre? No. Haberlos, haylos, y de hecho algunos cuentan con una capacidad de arrastre notable. Actualmente el número uno es el BMW iX, que está homologado para remolcar hasta 2.500 kilos (con freno, lógicamente). Le sigue de cerca el Tesla Model X, que puede arrastrar 2.268 kilos. En el extremo opuesto encontramos casos como el del Renault ZOE y el Volkswagen ID.3, dos coches eléctricos muy vendidos que ni siquiera ofrecen la opción de equipar gancho para remolque.
Hay otro puñado de modelos eléctricos que pueden remolcar 1.800 kg como máximo: Audi e-tron y e-tron Sportback; Mercedes EQA 4Matic; Mercedes EQC; Volvo XC40 Recharge eléctrico; y Volvo C40 Recharge eléctrico. Por su parte, el BMW i4, el Hyundai Ioniq 5, el KIA EV6 y el Tesla Model Y pueden llevar un remolque de hasta 1.600 kg. En el caso del Polestar 2, la cifra se queda en 1.500 kg.
Otros modelos tienen una capacidad máxima remolcable ciertamente limitada. Tres SUV de tamaño y potencia notables como son el BMW iX3, el Ford Mustang Mach-E y el Jaguar I-Pace están limitados a remolcar 750 kilos. El Volkswagen ID.4, el Skoda Enyaq y el Tesla Model 3 se quedan en 1.000 kg de capacidad máxima remolcable. ¿Pueden todos ellos remolcar más kilos? Seguramente sí. ¿Es legal? No.
Peso máximo remolcable (con freno) - ranking coches eléctricos
- BMW iX: 2.500 kg
- Tesla Model X (Gran Autonomía/Plaid): 2.268 kg
- Audi e-tron/e-tron Sportback: 1.800 kg
- Mercedes EQA 4Matic: 1.800 kg
- Mercedes EQC: 1.800 kg
- Volvo C40 Recharge Pure Electric: 1.800 kg
- Volvo XC40 Recharge Pure Electric: 1.800 kg
- BMW i4: 1.600 kg
- Hyundai Ioniq 5: 1.600 kg
- Kia EV6: 1.600 kg
- Tesla Model Y Gran Autonomía: 1.600 kg
- Polestar 2: 1.500 kg
- Skoda Enyaq: 1.000 kg
- Tesla Model 3: 1.000 kg
- Volkswagen ID.4: 1.000 kg
- BMW iX3: 750 kg
- Ford Mustang Mach-E: 750 kg
- Jaguar I-Pace: 750 kg
Los híbridos enchufables ofrecen, en general, una capacidad de remolque superior
Como vemos, hay un surtido número de modelos totalmente eléctricos homologados para llevar remolque. Algunos de ellos podrán incluso arrastrar de una caravana típica. Sin embargo, para aquellos que viajen habitualmente con caravana o tengan una de gran tamaño, quizá la mejor opción electrificada sea la de un híbrido enchufable. Aquí sí hay modelos con una gran capacidad de remolque, de hasta 3.500 kg.
El Porsche Cayenne E-Hybrid puede remolcar hasta 3.500 kg.
Hay que tener en cuenta que en estos el consumo también se dispara, pero ojo: la batería, más pequeña que la de un eléctrico, se agotará bastante rápido. Y cuando no haya apoyo de la batería, todo el trabajo quedará a merced del motor térmico, que en casi todos los casos es de gasolina. Solamente el Mercedes GLE está disponible con una versión híbrida enchufable diésel, que en estos casos ayudaría a reducir el consumo de combustible por carretera.
Modelos como el Audi Q8, el Porsche Cayenne o el Land Rover Defender destacan en este apartado con una capacidad máxima de remolque igual o superior a los 3.000 kilos. A continuación mostramos una lista con los híbridos enchufables con mayor capacidad de remolque. Todos ellos son SUV, por cierto.
- Audi Q8 60 TFSI e: 3.500 kg
- Bentley Bentayga: 3.500 kg
- Porsche Cayenne E-Hybrid: 3.500 kg
- Land Rover Defender P400e: 3.000 kg
- Porsche Cayenne Turbo S E-Hybrid: 3.000 kg
- Audi Q8 55 TFSI e: 2.800 kg
- BMW X5 xDrive45e: 2.700 kg
- Mercedes GLE: 2.700 kg
- Ford Explorer 3.0 EcoBoost Plug-in-Hybrid: 2.500 kg
- Range Rover P400e: 2.500 kg
- Range Rover Sport P400e: 2.500 kg
- Volvo XC90 Recharge: 2.400 kg
Parece claro, por tanto, que para viajar con caravana hay opciones más solventes entre los híbridos enchufables. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que, por lo general, también son más caros que los eléctricos mencionados en la primera lista. En cualquier caso, hay múltiples opciones si lo que buscas en un coche enchufable que pueda arrastrar de una caravana o remolque cualquiera.
Para poder tener más coches eléctricos y con mayor capacidad de remolque habrá que esperar que la tecnología de baterías dé un paso más. Una nueva generación de baterías que permita aumentar la densidad energética, almacenando más energía en una batería más pequeña y ligera, de forma que el impacto en la autonomía al llevar un remolque pesado sea menor que en la actualidad.