El revuelo causado por el nombre del nuevo modelo de Alfa Romeo, que en ese momento era Milano, obligó a la marca a hacer un cambio de última hora en la denominación, debido a las quejas que llegaban de los gobernantes italianos, que tachaban la propuesta de ilegal.
La voz cantante la llevó Adolfo Urso, ministro de Industria de Italia, secundado por otros tantos políticos del país. Según argumentaba, en la ley se establece que los nombres geográficos del país sólo pueden utilizarse para productos que se fabriquen en territorio italiano.
Y resulta que la fabricación del Alfa Romeo Milano, ahora Alfa Romeo Junior, está prevista en la planta que Stellantis tiene en Polonia. Por tanto, si nos ceñimos al papel, parece que no sería posible utilizar la denominación.
Lo que dice Stellantis de todo el revuelo
Las críticas, y el cambio de última hora que han tenido que hacer, no han sentado bien al grupo automovilístico que, por boca de Jean-Philippe Imparato, CEO de Alfa Romeo, ha instado a los políticos a destinar sus energías a la "protección de los empleos en la industria del automóvil".
Imparato aseguró, además, que el consejo legal del grupo tenía una defensa férrea y que el nombre Milano no violaba ley alguna, pero que decidieron cambiarlo para evitar una "disputa política", según las declaraciones que el consejero delegado hizo al medio Autocar.
Una forma de quitarle hierro al asunto, ya que cuando se enteró del revuelo creado, se limitó a pensar en lanzar un "coche sostenible" y "no en hacer política". Eso sí, dejó su particular 'bomba' en su cuenta de X, a modo de burla.
— Jean-Philippe Imparato (@JPImparato) April 18, 2024
Algo que molesta especialmente en Stellantis es que el nombre Milano se descubrió en el mes de diciembre y que ya se sabía entonces que la producción del vehículo iba a llevarse a cabo en Polonia y sobre la plataforma e-CMP, como otros modelos del grupo.
Lo curioso de todo esto, es que las quejas lideradas por el ministro italiano llegaron tras las declaraciones de Carlos Tavares, CEO de Stellantis, quien clamó a los gobernadores de Italia que retirasen las ayudas a la compra a los coches chinos y a cualquier empresa que fabricase fuera de Europa, como ha hecho Francia. Algo que no habría sentado bien entre los dirigentes políticos.
La mayoría de coches los van a fabricar en Italia
Jean-Philippe también hizo hincapié en que estas decisiones las tomaron cuando Alfa Romeo no estaba teniendo los beneficios esperados y acumulaba pérdidas, justo en 2021, el año de fusión que dio lugar a Stellantis.
Ahora que han conseguido tener un negocio rentable, tienen por delante nuevos lanzamientos de coches, entre los que están el Stelvio y el Giulia de nueva generación, que sí se van a producir en Italia. En total, cuatro de los cinco vehículos asentados en las plataformas SLTA Medium y SLTA Large lo harán.
Y, por tanto, Imparato pide que los políticos se dediquen a estar pendientes de los "riesgos" que llegan desde China, en referencia al futuro de la industria automovilística europea y la dura competencia asiática.
Recordó que hay 12 millones de personas trabajando en la industria y que "cada vez que un competidor se hace con un 1% de cuota de mercado, la valoración se traduce en 150.000 automóviles".
"Puedo cambiar el nombre de Milano porque no tenemos un coche 100% italiano, pero no renunciar a 1% de la cuota, a 150.000 ventas o a una fábrica", sentencia el CEO de Alfa Romeo.