Por todos es sabido que la industria europea del automóvil no está pasando por su mejor momento. Del mismo modo, el Grupo Volkswagen tampoco está viviendo los mejores años de su existencia. El leve ascenso visto en 2024 sobre la acogida de los coches eléctricos en la región está suponiendo todo un varapalo para toda la industria.
Los coches eléctricos no están teniendo la recepción augurada hace unos años, pero la Unión Europea tampoco está ayudando a paliar este bache, pues las amenazas de nuevas multas acechan. Recordemos, de hecho, que en 2025 entrará en vigor la nueva legislación por la que se obliga a los fabricantes a reducir sus emisiones medias de los actuales 116 gr/km hasta los 95 gr/km. Esto supondrá para muchas el tener que hacer frente a sanciones realmente serveras.
Wayne Griffiths estalla contra la situación del sector
En un escrito realizado por Wayne Griffiths, CEO de SEAT y CUPRA, a través de su perfil oficial de LinkedIn, el directivo ha estallado sobre la situación actual que está viviendo el sector del automóvil. El responsable acusa directamente a los estamentos español y europeo por la falta de colaboración con el sector en uno de los momentos más crudos que se recuerdan. “Los resultados que acabamos de presentar sólo son una primera muestra del riesgo al que nos enfrentamos”, afirma.
“La baja demanda del coche eléctrico, sumada a la falta de compromiso de los representantes políticos en el impulso de políticas de concienciación, incentivos fiscales e infraestructura de carga, han hecho que sólo el 13% de los coches vendidos en Europa este año sean eléctricos. Y en España apenas alcanzamos el 5%”, puntualiza Griffiths.
“La industria está haciendo los deberes. SEAT está haciendo los deberes. Tenemos el producto, tenemos las instalaciones, pero no vemos la respuesta necesaria por parte de las administraciones públicas. Las instituciones españolas y europeas deben estar a la altura”.
El CEO también se ha referido a la difícil situación a la que se enfrenta CUPRA, pues, recordemos, el Tavascan está en la cuerda floja debido a los propios aranceles impuestos por la Unión Europea. “La inacción o el proteccionismo mal entendido, manifestando en última instancia con la imposición de aranceles, sólo inducen a hacer dudar al consumidor, a disuadirle de que la electromovilidad es parte de la solución”.
Ante este panorama, Griffiths asegura que esta situación es ‘la pescadilla que se muerde la cola’ y afectará al resto de compañías como un efecto dominó. “La reducción de volúmenes del Tavascan pondría en peligro la capacidad de SEAT de cumplir con los objetivos europeos de reducción de CO2, teniendo que hacer frente a multas inasumibles, lo que supondría reducir una cuarta parte de la producción prevista para Martorell”.
“Seguiremos apostando por la electromovilidad desde nuestra compañía. No hay plan B. No podemos olvidar que todos estos factores se traducen en pérdidas de estabilidad financiera de la compañía y, en consecuencia, de un importante riesgo para el empleo. Nos jugamos el 10% del PIB de España y más de dos millones de puestos de trabajo”, concluye Wayne Griffiths en su comunicado.
Recordemos que CUPRA está posicionada actualmente como la cabeza de la dupla entre esta y SEAT. Actualmente están programados lanzamientos eléctricos como el Raval, un modelo que se espera sea todo un disruptivo dentro del sector (cuenta con las raíces del Volkswagen ID.2). Por ello, es posible que en los próximos años la marca siga creciendo. No obstante, tal y como afirma el CEO, se necesita mayor apoyo de las autoridades hacia el sector y menos restricciones a la industria china que, al fin y al cabo, es algo que acaba afectando a las propias marcas europeas.