El consejero delegado de Smart en Europa, Dirk Adelmann, ha asegurado que la compañía prevé lograr los mejores resultados de su historia en torno a 2025, algo para lo que, a su juicio, jugarán un papel fundamental los nuevos modelos de la marca, que serán más grandes, pero seguirán apostando por ser 100% eléctricos.
Preguntado acerca de si Smart valora los combustibles sintéticos o el hidrógeno como tecnologías alternativas para sus vehículos, Adelmann se mostró tajante e hizo hincapié en que la marca apostará íntegramente por la electrificación.
En ese contexto, ha asegurado sentirse abochornado por la posición del Gobierno germano en cuanto a la prohibición de los vehículos de combustión en la Unión Europea a partir de 2035, unas negociaciones que el Ejecutivo encabezado por Olaf Scholz ha paralizado con la intención de incluir los combustibles sintéticos en el acuerdo.
"Como alemán, tengo que decir que estoy un poco avergonzado. Entiendo por qué Alemania no empuja en esa dirección, pero es como querer parar un tren poniéndose en medio de las vías. Creo que la movilidad eléctrica es el futuro y pienso que más bien deberíamos centrarnos en cómo conseguimos que la cadena de suministro sea más ecológica o más neutra en emisiones de CO2 (dióxido de carbono)", ha opinado Adelmann en una entrevista con Europa Press.
Si bien la marca se mantendrá fiel a la electrificación, la compañía, participada a partes iguales por la china Geely y la alemana Mercedes, anunció hace unos meses la llegada del primer todocamino de la marca, el Smart #1, que se aleja del concepto de vehículo urbano de tamaño reducido que ha llevado por bandera la firma.
Sobre ello, Adelmann ha indicado que los pedidos en España se abrirán a mediados de este verano, si bien las prerreservas están operativas desde el pasado octubre.
El directivo calcula que en las próximas semanas los centros de exposición de la red de distribución de la marca en España estarán repletos de coches para que los clientes puedan "tocar y sentir" los modelos, así como para reservar unidades para realizar pruebas de conducción.
En cuanto a las prerreservas que se han hecho hasta ahora, Adelmann ha destacado que tan solo entre un 5% y un 10% de las mismas se han realizado para las versiones de entrada del Smart #1, que parte de los 42.000 euros y en el tope de gama se queda a las puertas de los 50.000 euros.
De este modo, el directivo germano ha destacado el carácter 'premium' de la marca y ha señalado que no están trabajando en modelos más asequibles, al estilo por ejemplo del compacto ID.2all de Volkswagen, un vehículo 100% eléctrico que se fabricará en Martorell (Cataluña) y que costará menos de 25.000 euros.
"Te sorprenderías, la mayoría de los prepedidos en todos los países europeos no los vemos en la línea de entrada. La línea de entrada tiene del 5% al 10% de prepedidos. Vemos un montón en (las versiones) Brabus, Launch Edition y Premium. Así que aquí es donde van los clientes", ha resaltado Adelmann.
Dentro de este nuevo posicionamiento de marca 'premium', Smart lanzará más productos similares al Smart #1 y que se acercarán más a los segmentos B e incluso C, aunque sin olvidarse de los icónicos ForTwo.
Modelo de agencia en España
El directivo también ha hablado de la red de distribución de la compañía en España, que seguirá el modelo de agencia, es decir, que el fabricante sea el que fije el precio y no el comercial del punto de venta.
En opinión de Adelmann, este sistema tiene ventajas tanto para el cliente, como para la empresa y el distribuidor minorista (también llamado agente).
Así, ha destacado que para los clientes, por ejemplo, es una ventaja saber que obtendrán el mismo precio en cualquier ciudad española y que no dependerám de quién les atienda. Además, considera que también se evitan otro tipo de inconvenientes, como que el usuario hable con cinco o seis personas distintas cada vez que deba hacer una gestión.
"Tenemos una plataforma que compartimos con nuestros agentes y con el centro de llamadas y las organizaciones nacionales y así todo el mundo conoce el historial del cliente y del coche. Esta información estará disponible para todos nuestros socios en el área de contacto con el cliente y esto es, en mi opinión, una gran ventaja para el usuario, pero también para nosotros, porque ahorramos mucho tiempo al no tener que preguntar al cliente diez veces cuál es su historial", ha opinado.
En cuanto a la rentabilidad de los agentes, Adelmann ha señalado que los puntos de distribución que no vendan al menos 100 unidades al año "no sobrevivirán".
Marcas chinas y relación Geely-Mercedes
Al ser consultado sobre la penetración de las marcas chinas en Europa, que llegan con modelos eléctricos con una tecnología bien desarrollada y un precio similar al de los coches de combustión, Adelmann reconoce que en Smart, que es un 50% propiedad de la china Geely, no tienen miedo de ello.
"Fomentamos la competencia, ya sea con los fabricantes establecidos o con los nuevos. No solo vienen empresas chinas a Europa, también vendrán algunas estadounidenses. Bienvenidos a Europa. Descubrirán que aquí el mercado es muy competitivo y que hay países muy heterogéneos en los que la competencia es realmente necesaria", ha valorado.
"Los nuevos actores estarán muy motivados, pero también tendrán que aprender algunas lecciones sobre Europa. Así que no estamos preocupados y aceptamos la competencia. Veamos dentro de 10 años quiénes de los que se están incorporando ahora seguirán compitiendo. Estoy bastante seguro de que a algunos les irá genial, porque aprenden más rápido que otros, pero otros también desaparecerán. Como quizá también algunos de los fabricantes más establecidos. Siempre ocurre que si más gente se une a la fiesta, algunos tienen que irse", ha añadido.
En ese sentido, preguntado acerca de cómo es la convivencia entre Geely y Mercedes, Adelmann ha indicado que, por la parte china, se aporta una gran capacidad de producción y de ingeniería, que implica avances significativos en materia de sistemas de conducción asistida, por ejemplo. En tanto, la parte de Mercedes supone una "herencia", que incluye, además del nombre, la red de distribución y el diseño.