Stellantis está viviendo una etapa especialmente dura en un momento en el que acelerar la transición hacia la movilidad cero emisiones se ha convertido en algo vital para los fabricantes europeos, si es que quieren lograr los objetivos que se exigen desde Bruselas.
De las 14 marcas que conforman el grupo automovilístico, hay una con signos de debilidad desde hace unos meses, en concreto Maserati. Si bien es cierto que se ha reiterado en numerosas ocasiones que no está en venta, también es verdad que no se esconden los serios problemas financieros que arrastra la la firma del tridente, y en las últimas semanas hemos visto algunos matices que cambian en las declaraciones de Carlos Tavares, CEO de Stellantis.
Aunque no esté en venta, Maserati no 'rinde' como debería
Tavares tiene al frente poco más de un año liderando Stellantis, pues ya se sabe que no se le renovará el contrato que finaliza el próximo 1 de enero de 2026, cuando será sucedido por alguien todavía por confirmar.
El actual consejero delegado ha ido cambiando el discurso, y en algún momento ha dicho que la situación que está viviendo Europa podría dar lugar al cierre de alguna de las fábricas, con lo que peligrarían muchos puestos de trabajo.
Además, de la permanencia de todas y cada una de las marcas que tiene Stellantis, dependerá su rentabilidad, y aunque todavía hay margen tiempo para que se pongan al día, lo cierto es que Maserati está "en números rojos", tal y como reconocía Tavares en una reciente entrevista.
Para el CEO, el problema está en la mala estrategia de marketing que se ha seguido, pues no se ha sabido encontrar el enfoque de la firma de coches de lujo, lo que ha provocado una caída de las ventas de más del 50%. Y eso sólo hablando de lo que llevamos de año 2024.
Que Maserati gaste más de lo que gana no son buenas noticias, y la solución sólo pasaría por conseguir que "esté bien posicionada en el mercado", dando a entender que ahora mismo no lo está.
Ha habido cambios para buscar otro 'rumbo'
En sus declaraciones al medio Autocar, Carlos Tavares dice que se debe transmitir que Maserati "no se trata de una marca exclusiva de coches deportivos, sino que es calidad de vida, gran turismo, dolce vita y tecnología".
Que la situación de la marca de coches de lujo no sea la ideal, fue lo que hizo que se despidiera a Davide Grasso hace unos días, quien hasta entonces ejercía como consejero delegado de la misma, cargo que ahora ostenta Santo Ficili, quien comparte esta tarea con la dirección de Alfa Romeo.
El papel de Ficili es realmente difícil, pues Tavares le pide "cambiar la mentalidad y las ideas" en Maserati, y no se descarta la colaboración con Alfa Romeo, aunque nunca una fusión, pues entienden que una es de coches de lujo y la otra es prémium, y no se deben mezclar estos conceptos.