Las compañías tecnológicas LG y Samsung han visto como sus posibilidades en China se pueden incrementar con la última actuación del Gobierno. Después de inversiones que les han ocasionado pérdidas a los fabricantes surcoreanos, una nueva lista blanca del Ejecutivo del gigante asiático permitirá la apertura del mercado de baterías para vehículos eléctricos a empresas extranjeras.
Conviene recordar que el Gobierno chino publicó su primera lista blanca –un registro de entidades que pueden obtener algún beneficio público– en noviembre de 2015. El problema es que solo incluyó a compañías chinas, dejando fuera las foráneas. Eso provocó que firmas como Contemporary Amperex Technology o BYD Auto acaparasen el mayor mercado de baterías para vehículos eléctricos del mundo.
Con la nueva lista, el Gobierno de China incluye también a empresas extranjeras. "La hemos hecho pensando en que ya era hora de abrir el mercado pues confiamos en nuestros propios productos", señaló a Bloomberg uno de los expertos que han participado en la elaboración de la misma y al que no se le permite identificarse.
El nuevo registro no solo incluye a fabricantes de Corea del Sur como LG o Samsung, también a compañías japonesas como SK Innovation. Esto indica que los fabricantes de baterías podrían estar al tanto de la maniobra china desde hace un tiempo: Samsung anunció en julio que gastaría alrededor de 2.000 millones de wones –unos 1.500 millones de euros– en construir una segunda planta de baterías para vehículos en China; SK, por su parte, reveló hace unas semanas que planea una inversión de 400.000 millones de wones –alrededor de 310.000 millones de euros– en otra factoría para construir partes clave de las baterías.
La mayor apertura de la política proteccionista china no implica que se deje de lado a las compañías nacionales. De hecho, el grupo BAIC, uno de los mayores fabricantes de automóviles, está incluido en la nueva lista blanca, y el Gobierno no ha dado señas de cambiar la norma que obliga a las empresas extranjeras a operar en el país a través de un socio chino. "Estamos en negociaciones con varios fabricantes de China", explicó el vicepresidente ejecutivo de Samsung, Michael Son, en una charla con los accionistas el pasado octubre.
Las posibilidades del gigante asiático en la fabricación de baterías son inmensas desde que comenzó a hacer frente a los altos niveles de contaminación registrados en sus ciudades. China representa un 61% del mercado global de baterías para vehículos eléctricos, con un valor aproximado de 13.000 millones de dólares –unos 11.300 millones de euros– que podría ser mayor con la inclusión de grandes compañías extranjeras. Diversas informaciones apuntan a que firmas como Panasonic o Tesla podrían ser incluidas en una nueva versión de la lista blanca.