En todo el mundo se discute sobre cuál es la mejor forma de presentar un coche eléctrico. Si realmente se quiere reducir la huella de carbono del tráfico se necesitan coches muy baratos, por debajo de los 15.000 euros. El problema es que para conseguir que sean baratos hay que reducir su tamaño, sus prestaciones y su batería, lo que supone entrar, otra vez, en una espiral complicada. En Japón lo tienen mucho más claro, es parte de su filosofía de vida. El coche eléctrico más vendido del país tiene toda la lógica del mundo. Es pequeño, es urbano y es muy barato.
En Europa cada vez son más las marcas que presentan soluciones pequeñas y ‘económicas’. Modelos como el Renault 5 que si bien cumplen con los requisitos de tamaño, no tanto con las promesas económicas. El Dacia Spring y el Leapmotor T03 son a día de hoy los coches eléctricos más baratos que te puedes comprar en nuestro país. Los dos tienen muchas similitudes: tamaño, precio, autonomía y habitabilidad. Ambos se inspiran en los tradicionales kei-car japoneses. Coches ultra pequeños que resultan tremendamente prácticos en una isla superpoblada como Japón. Sus requisitos son mucho más exigentes de los que podrías imaginar.
Coches eléctricos más pequeños, baratos y funcionales
Para que un coche tenga la consideración de key su potencia debe estar limitada a un máximo de 63 caballos y bajo ningún concepto superar los 3,3 metros de longitud. Para que te hagas una idea, un Smart Forfour no cumpliría con los requisitos por ser 20 centímetros más grande de lo necesario. Durante décadas los kei-car han sido los coches más vendidos en las grandes ciudades japonesas como Tokyo u Osaka. En los últimos años los fabricantes han apostado por elevar la calidad y el equipamiento de sus coches key. Ya no es necesario renunciar a grandes lujos para tener acceso a la practicidad de un coche tan pequeño como el Nissan Sakura, el coche eléctrico más vendido del país.
Sus características son cuanto menos interesantes. Con sus 3,3 metros de largo, 1,4 metros de ancho y 1,6 metros de alto, el Sakura apenas pesa 1.000 kilogramos en vacío. Gran parte de ese peso deriva de una batería de 20 kWh de capacidad que le permite homologar un rango eléctrico de 180 kilómetros según el protocolo de homologación WLTP. Su pequeña batería puede cargarse del 10 al 80% en apenas 20 minutos, por lo que el Sakura puede extender fácilmente su alcance fuera de las congestionadas calles de Japón. Ya en 2019 Nissan adelantó su éxito, hoy ya confirmado. El precio es parte fundamental de esta ecuación, entre los 14.300 y los 19.000 euros, dependiendo del equipamiento seleccionado y sin tener en cuenta descuentos o ayudas.
A pesar de que en Japón la cuota de coches eléctricos apenas es del 1%, los kei-car eléctricos tienen todo el sentido del mundo más allá de las fronteras del país. En Europa también sufrimos la congestión del tráfico, los atascos y los problemas de aparcamiento. Coches como el Sakura, vendidos a un precio atractivo, conseguirían reducir las emisiones de carbono, aumentar la cuota de coches eléctricos y facilitar la movilidad urbana sin tener que recurrir a bicicletas o patinetes. Diferentes asociaciones piden una legislación europea para ellos. La lógica se impone en Japón, mientras que en Europa los coches eléctricos siguen muy alejados de las rentas bajas y medias que difícilmente tienen acceso a la movilidad eléctrica.