El RACC ha elaborado un estudio sobre el potencial de crecimiento del vehículo eléctrico en España en el que concluye que es imprescindible una mayor implicación de las administraciones, y ha pedido ampliar la red de puntos de carga –hasta un mínimo de 20 puntos por cada 100.000 habitantes, frente a los 3,8 actuales–, la exención de los peajes, y ayudas estables para la compra, ya que actualmente tienen una baja dotación y se agotan en pocos días.
Según ha informado el RACC la pasada semana en un comunicado, la penetración del vehículo eléctrico en España es menor que la media europea y muy inferior respecto a países líderes como Noruega y los Países Bajos, que cuentan con una buena red de puntos de carga, unos incentivos a la compra estables y una mayor competitividad del precio de la energía eléctrica en comparación con los carburantes.
El estudio pone de manifiesto que, pese a que los vehículos eléctricos son de momento más caros que los tradicionales, la diferencia de precio se puede compensar a lo largo de su vida útil gracias a los menores costes en consumo, mantenimiento, fiscalidad y otros gastos recurrentes como peajes y aparcamientos.
Señala que estos ahorros operativos aumentan de forma proporcional a los kilómetros recorridos y a la vida útil del vehículo, y pueden llegar a los 29.000 euros en ocho años para un usuario que recorre 25.000 kilómetros al año, en comparación con el gasto de un vehículo grande de gasolina equivalente.
España, suspenso en infraestructura
España se encuentra en la cola de Europa en cuanto a puntos de carga, con 3,8 por cada 100.000 habitantes, mientras que Noruega lidera el ranking con 175 puntos, seguida de los Países Bajos con 173 y Suecia con 36.
Según el RACC, la elevada dotación de infraestructura de estos tres países tiene relación con su ventaja en penetración del vehículo eléctrico (36,7%, 2,7% y 5,2% del mercado, respectivamente).
En cuanto al precio de compra, el estudio indica que no existen diferencias relevantes entre la mayoría de países, a excepción de Noruega, donde están exentos del 25% de IVA, pero la estabilidad a lo largo del año de las ayudas a la compra y la dotación de los fondos es clave para dar confianza a los consumidores, algo que en España no se produce, según el RACC.
En relación al coste de la energía, en España el ahorro económico por kilómetro recorrido es menos competitivo que en otros países, ya que la energía eléctrica es más cara y, sobre todo, debido a la menor carga fiscal que tienen los carburantes en España.
Así, recorrer 100 kilómetros en vehículo eléctrico en Noruega es 6,8 veces más barato que en uno de gasolina, mientras que en España es solo 3,2 veces más económico.